Los desafíos de Andrés Manuel López Obrador en el México lindo y querido
El indudable triunfo en las elecciones del domingo último en México, de Andrés Manuel López Obrador, o AMLO, como se le conoce popularmente en México, plantea muchos desafíos para los próximos seis años.
El primer desafío que enfrentará el nuevo gobierno de AMLO es acabar con la corrupción y la violencia; el segundo es mantener y aumentar el crecimiento económico y propender a una distribución más equitativa de la renta mexicana.
Estos logros, considerados la base para detener el crimen organizado, el narcotráfico, el bandolerismo en las calles y la emigración, principalmente hacia los Estados Unidos, dependerán de otros factores.
Según algunos estudiosos y académicos del caso mexicano, AMLO, considerado por la derecha mexicana y norteamericana como un fogoso izquierdista, que ha moderado su tono y buscado alianza en todo el espectro político, luego de dos candidaturas fallidas, y por la izquierda, que espera cambios importantes.
AMLO tiene en esa alianza multicolor su propio limite de actuación para afrontar esos desafíos, ya que probablemente tendrá que ceder espacios de poder a fuerzas moderadas y a los poderes facticos para poder gobernar seis largos años, sobre todo en el entorno de una sociedad políticamente fragmentada territorialmente, cuyas demandas se suscriben al interior del mismo sistema político mexicano.
Otros advirtieron que un triunfo de AMLO, podría llevar al país al caos, desincentivar la inversión e incentivar al mismo tiempo la huida de capitales a países donde el clima de inversión para acumular riquezas sin muchas restricciones y normas institucionales, como es hoy México.
Otro factor del que pende como una espada de Damocles el éxito del gobierno de AMLO, es la relación de dependencia de México con Estados Unidos en los aspectos laboral, seguridad y economía, a la que estará atado al cambiante humor del presidente Donald Trump en sus primeros tres años.
Se sabe de las declaraciones y actuaciones del presidente Trump contra la migración mexicana hacia los Estados Unidos, para el que ha pedido recursos al Congreso para continuar con la construcción del cacareado muro a lo largo de los tres mil kilómetros que separa la frontera entre ambos países y la amenaza desde los días de su campaña a empresas de capital norteamericano implantadas en México de penalizarlas con la subida de aranceles, especialmente a las automotrices para obligarlas a retornar.
Así mismo, AMLO deberá afrontar el tema de la revisión del TLC con Estados Unidos, anunciada por Trump y el tipo de relaciones que ejercerá con el resto de los países latinoamericanos, como son los casos especiales de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba.
Pero independiente de los deseos de la izquierda, el centro o la derecha de AMLO para afrontar los desafíos que le esperan, la real política se le impondrá al nuevo mandatario, quien deberá tomar en cuenta para bien o para mal los deseos de cambios de la población que votó por su candidatura, aunque es casi seguro que después del fracaso de los gobiernos del PRI, el PRD y el PAN algo tendrá que suceder en México a partir del próximo mes de diciembre cuando AMLO tome posesión al gobierno.
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