J. ESTÉVEZ ARISTY / Abinader, Leonel, Margarita y Abel de cara al 2024
Por J. Estévez Aristy*
Por lo previsto, la tabla electoral del 2024 incluye desde ya a dos figuras políticas presidenciales dentro del componente de los tres partidos mayoritarios.
Se trata de las candidaturas presidenciales de Luis Rafael Abinader Corona, por el Partido Revolucionario Moderno y de Leonel Fernández Reyna, por la denominada Fuerza del Pueblo.
Las candidaturas presidenciales antes descritas, solo esperan la convención interna de sendas fuerzas políticas para reafirmar lo que ya se vislumbra en el horizonte político dominicano.
El capitán del oficialismo, quiera reconocerlo o no, está en campaña permanente, con su incursión en la praxis gubernamental diaria y su participación activa en los medios de comunicación.
Luis Abinader pone sus huevos sociales aquí, allá y acullá y como buen ponedor los cacarea por todas las plataformas digitales y medios de comunicación puestos a su alcance y de dominio propagandístico.
En esos menesteres, supera al previsible candidato de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, cuyo partido ha crecido un poco, pero no lo suficiente para éste alzarse con la ñoña en el 2024, en consonancia con su oposición tímida, premiada y callada con algunos nombramientos a sus seguidores más metalizados.
El Partido de la Liberación Dominicana no ha definido aún su candidatura presidencial. Si las primarias para elegir al candidato del 2024 es abierta, Abel Martínez y Margarita Cedeño son los aspirantes más punteros.
En un escenario electoral donde compitan Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez, la balanza política favorecería a Luis y a Leonel, en virtud de que ambos se han sentado en el trono presidencial, tienen un liderazgo nacional ya construido y no limitan el mismo a una región como es el caso de Abel Martínez, atrapado en la Región del Cibao con escasa simpatía en las restantes regiones del país. En ese escenario el PLD puede perder el segundo lugar y el veterano Leonel Fernández, colarse a la segunda fila.
En el ejercicio de su mandato, Abinader tiene la ventaja de no tolerar los mal manejos económicos de sus funcionarios, destituyéndolos o sustituyéndolos de inmediato, salvo el caso de Macarrulla donde su firme pulso luce debilitado, pese a que su distracción afecta su imagen política. Promover la renuncia voluntaria de Macarrulla, favorecería a Luis, liberándolo de ese lastre en la construcción carcelaria u otros vínculos soterrados con el PLD.
Leonel Fernández, por su parte, tiene una cola corruptiva larga y evidente, pero ha salido ileso hasta ahora, ya que los procesos contra los corruptos han empezado de 500 hacia uno, y todo pronostica que al 2024 la vara corta y temporal de la justicia dominicana, no le habrá tocado un pelo.
Pero lo de Abel Martínez es difícil. Administra recursos públicos por segunda ocasión y los actos de corrupción municipal de sus ejecuciones, son evidentes. Los ataques contra el Abel corrupto, serán frontales y procurarán desmembrarlo desde la débil fortificación de su honorabilidad. La Cámara de Cuenta abinadiana y leonelista se encargará de su pellejo.
No pasaría así si Margarita Cedeño gana la candidatura presidencial del PLD. La dama de frío corazón, un tanto indiscreta al revelar algunas intimidades de su matrimonio con Leonel Fernández, ha creado un liderazgo nacional conocido por el ejercicio social de su mandato vicepresidencial.
Es una tiguereza en política, que monta en motoconcho a lo macho, baila como una desgraciada con cualquier pareja del pueblo e implementa un estilo personal dulce y encantador que penetra y deslumbra a los interlocutores.
La maquinaria electoral del PLD, con Margarita a la cabeza y un 30 por ciento de simpatías que no han «detutanado» los ataques judiciales corruptivos, se metería en pleitos contra los candidatos machos, valga la redundancia, del PRM y de la Fuerza del Pueblo.
El voto femenino, tan decisivo e influyente, podría inclinarse en favor de la candidata del PLD. Abinader y Leonel tienen que enfocarse en el voto femenino y en el juvenil, pero ya o terminarán fritos ante el pilón de la doña del «Conmigo, no».
El manejo del gabinete social de Margarita, tuvo una nómina de empleados muy abultada, digno de un sometimiento judicial. Pero su falta queda tapada porque la del actual gobierno está más crecida de la cuenta.
De modo que la campaña contra una Margarita Cedeño corrupta, resultaría absurda, mal fundada, carente de base administrativa y un tanto injusta y desacertada. La simpatía femenina la convertiría en victima y crecería más.
La lucha contra la corrupción del Ministerio Público, beneficia a Abinader como candidato del 2024. Sin embargo, la inflación creciente y su indiferencia gubernamental ante ella, sumada a un gobierno que en un 70 por ciento ha gobernado de espaldas a los que se fajaron en campaña, podría incidir a que en el 2024 el PRM no se vaya en primera vuelta.
Comparando precios, el PLD sale beneficiado y hasta el propio Leonel. El aumento de salarios de Abinader se convierte en casi nada ante huevos, plátanos, artoz, aceite, habichuelas y gas propano por las nubes. En Yuma se vende una funda de cemento en 490 pesos y esto jode el sancocho de Los popis.
El PLD y la Fuerza del pueblo, podrían ir aliados en candidaturas congresuales, municipales y distritales en muchos puntos geográficos nacionales.
A Leonel le conviene este acercamiento. Los peledeistas que Abinader ha dejado en la Administración pública, votarían por Leonel o por Abel o Margarita. Dar pan a perro ajeno es perder el pan y también al perro.
El elector de ambos bandos políticos tendría que elegir al candidato más puntero de los dos partidos de oposición. La Fuerza del Pueblo no alcanzaría el 25 por ciento del electorado nacional ante un PLD unificado en torno a Margarita y tirado a la calle.
Así las cosas, el PRM y al PLD sobrepasarían el 35 por ciento de los votos emitidos.
Abinader tiene una cómoda ventaja: los partidos pequeños, en su gran mayoría, respaldarían al PRM en lo presidencial. El cambio de rumbo del partido del tránsfuga Zorrilla Ozuna, será el ritmo a seguir, buscando puestos públicos y pensando en la impunidad de los actos dolosos cometidos en la administración anterior.
Luis Abinader tiene ahora que reencontrarse en los compañeritos disgustados y debe desarticular ante el pueblo la idea de que encabeza un Gobierno de textura burguesa de corte inflacionario, con popis que no sacan una gata a mear, favorecidos con un nombramiento en desmedro de los pobres perremeistas.
Leonel Fernández, por su parte, debe encabezar el protagonismo, hoy en día, de la oposición política del país, ante un PLD debilitado por los expedientes corruptivos lanzados en su contra, partido político que está hoy en el ring aguantando terribles trancazos judiciales sin poder lanzar sus puños y con el árbitro en contra.
Pero todo parece indicar que en el 2024, en cuanto a las elecciones presidenciales se refiere y si el PLD lleva un buen candidato, habrá segunda vuelta. Leonel Fernández, quien por lo visto quedará en tercer lugar, decidirá si el PLD vuelve o si Luis Abinader, repite.
La venganza leonelista contra Danilo Medina, podría disiparse con un acercamiento previo en lo municipal y congresual.
Abinader está llamado a encantar a Leonel Fernández ofreciéndole más del 50 por ciento de puestos congresuales y municipales. Si no lo hace,, se puede joder.
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*J. Estévez Aristy: Abogado y escritor dominicano.
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