La compañía estadounidense no cancelará sus operaciones en Cuba a pesar de las nuevas medidas anunciadas por Donald Trump para restringir los vuelos a la isla.

“Seguiremos cumpliendo con las leyes federales y trabajando con la Administración para actualizar nuestras políticas y procedimientos para viajar a Cuba en la medida que sea necesario. Hasta que las nuevas regulaciones estén en ejecución, las políticas de viaje actuales están en efecto, incluyendo los requisitos de viaje para nuestros consumidores, cuya mayoría deben obtener una visa para viajar a Cuba”, explicó la empresa en una declaración.

Hace apenas unas horas, Delta Airlines se pronunció de igual manera, y Jet Blue, lo hizo desde el propio sábado.

American Airlines fue una de las primeras aerolíneas estadounidenses que comenzó a viajar a la isla después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre EE.UU y La Habana. Actualmente es una de las líneas más solicitadas por los pasajeros de ambos países, sin embargo las nuevas medidas de Trump amenazan con frenar “la apertura área de la “era Obama”.

*American está comprometida con seguir operando su servicio a Cuba.* Estamos revisando la orden ejecutiva para entender cualquier impacto potencial en nuestros clientes o nuestro servicio”, señaló el comunicado de la aerolínea.

Los vuelos de Estados Unidos a Cuba comenzaron el pasado 30 de agosto cuando  Jet Blue arribó al Aeropuerto Internacional de Santa Clara, Abel Santamaría. Poco después le siguieron Silver Airway y la propia American Airlines, cuyos funcionarios han declarado en numerosas ocasiones que Cuba es uno de los destinos más atractivos para sus tripulantes.

Los estadounidenses pueden arribar a la nación caribeña si sus motivos se inscriben dentro de las 12 categorías reglamentadas por el Departamento del Tesoro, como intercambios culturales, académicos, deportivos o religiosos.

Sin embargo las aerolíneas estadounidenses y el resto de las empresas se mantienen alertas ante la entrada en vigor de las nuevas medidas promovidas por Trump, que ha puesto en el congelador las relaciones del “deshielo”.