Por J. Estévez Aristy

   El contable Wilkin García Peguero, alias Mantequilla, se ha convertido, incluso más allá de las ambiciones financieras nacionales, en el fenómeno de ilusión económica más impactante del siglo XXI en la historia monetaria del reinado mundial que va desde Baldomera Larra, pasando por Carlos Ponzi, hasta llegar al dominicano Héctor Valdez Albizu, genio del crecimientos económico del país, incluso en los años de crisis inmobiliaria y de la pandemia del Covid 19.

   Duplicar el dinero invertido en treinta días, es una magia monetaria que no puede ofrecerla ninguna banca ni financiera nacional ni internacional. Carlos Ponzi prometía hacerlo en 90 días, pero terminó encarcelado al desvelarse su fraude. Larra lo prometió en 30 días como el dominicano García Peguero llegando a engañar alrededor de 5 mil personas.

   Sin embargo, en desmedro de los bajos intereses bancarios, Mantequilla tiene en sus manos el espejismo económico para acabar con el lento ascenso de los intereses de los depositantes, no importa su estracto y sutrasto social ni la procedencia del capital.

 Mantequilla lo ha logrado gracias a un plan falaz, pero efectivo, trabajando con sagacidad sobre la dinámica de los depósitos constantes y del estímulo que brinda el aumento social de su popularidad.

  Las pruebas testimoniales de su magia financiera no solo han vuelto loco a los amigos del escalamiento social fácil, beneficiados o por beneficiar, sino también a los renombrados genios financieros del país y del mundo.

 Contrario a como se piensa, la matemática truqueada está a favor hasta el.momento del astuto Mantequilla si se mantiene la confianza en él, si permanecen los montos fijos o casi fijos depositados en sus manos y en moneda nacional o internacional, y si estas inversiones no cesan por desconfianza o por un fenómeno económico desastroso de último minuto que resienta el capital global o local y haga colapsar las inversiones, incluyendo la plataforma piramidal del sagaz y calculador contable dominicano.

   Me explico: si el primer mes Mantequilla capta a 30 inversionistas diarios de 10 mil pesos, tendrá en su poder la suma de 300 mil pesos dominicanos.

   Pero sucede que el día primero del próximo mes tiene que honrar el compromiso con el primer inversionista de 10 mil pesos más su capital invertido.

    Entregar al primer inversionista 20 mil pesos el día primero del mes siguiente, no es ningún problema para el captador de depósitos garantizados con recibo de librerías, porque ese día Mantequilla recibirá 20, 30, 40 mil pesos o más de nuevos inversionistas, sin afectar su capital acumulado de 300 mil, el cual también aumentará en esa fecha de pago hasta límites impredecibles.

   El aumento del capital de Mantequilla y ante la promoción de su milagro económico, crecerá día a día, logrando incluso que casi la totalidad de los compensados con la duplicidad de la inversión inicial vuelvan a depositarle capital y beneficios y cuidado si aún más de ello.

   En un día, como va la cosa, Mantequilla podría recibir una buena suma de capital fresco.

   Entre tanto, el capital acumulado del mago financiero Mantequilla se podrá emplear en otras áreas de inversión ya que el pago a los depositantes de hace un mes está garantizado con las nuevas entradas de hace un rato.

   Con capital ajeno invertido en la bolsa de valores, en el dólar o en el euro, en criptomonedas o en el área inmobiliaria, conociendo a fondo Mantequilla las oportunidades del mercado y el movimiento de las inversiones, el gurú financiero dominicano ganaría mucho con el atinado uso del capital ajeno.

   En sus habilidades financieras, Mantequilla y su equipo viviría como un Pachá, ya que, tal y como señalé anteriormente, el pago mensual a los viejos inversionistas no sería ningún problema con el monto diario depositado por los nuevos inversionistas y con los viejos satisfechos, compensados, agradecidos y emocionalmente estimulados.

   ¿Cuándo Mantequilla y su equipo tendrían problemas personales y penales con los depositantes viejos y nuevos?

   Justo cuando dejen de fluir los inversionistas cotidianos en su proyecto financiero quimérico, pero genial y en uso diario.

   Ese día se empezará a agotar el capital acumulado hasta extinguirse por completo en el territorio de la estafa. Mantequilla y su equipo económico colapsarán, lloverán en su contra las querellas de textura penal, se generará su persecución judicial y los depositantes harán mítines frente a su casa pidiendo la cabeza del estafador.

      A mantequilla y su equipo les esperará la cárcel o la evasión judicial desapareciendo del medio como por arte de magia.

    La Fiscalía instalada en Sabana Grande de Boyá, así como las autoridades financieras nacionales, pueden cortarle las alas ilusorias al tal Mantequilla y a su equipo, sin necesidad de esperar que alguien de su masa de incautos le ponga una querella por estafa no se sabe cuándo.

   Existe dentro del esquema judicial dominicano la Fiscalía y la Policía preventiva del delito.

   Todo huele a colapso en el Plan económico Mantequilla. El descalabro de su sistema piramidal es sólo asunto de tiempo.

    Razones hay para que los organismos protectores de los derechos de los ciudadanos dominicanos, actúen antes de que se produzca el derrumbe económico de aquellas ficciones mantequilleras. La sospecha de lavado de capital podría iniciar una persecución penal contra Mantequilla, así como el hecho de no tener en regla su empresa 3.14.

   La mantequilla se derrite rápido cuando se le da fuego.  Los tizones judiciales pueden arder de antemano y derretir a Mantequilla antes de que engañe a más incautos y sus panes financieros se pongan mocatos.