POR J. ESTÉVEZ ARISTY / Los paralíticos nombramientos del gobierno dominicano
Por J. Estévez Aristy
Los paralíticos nombramientos del gobierno dominicano, van a ir a las elecciones del 2024 sin muletas y sin sillas de ruedas, a votar contra Luis Abinader Corona, al menos que el gobierno recapacite a tiempo y corrija tan desatinada medida de pararlos como a un reloj cualquiera, disposición pregonada por varios de sus funcionarios poseedores de un corazón glacial y de una voz helada de aire acondicionado monopólico y azaroso.
Los paralíticos nombramientos del gobierno dominicano han desatado el disgusto y la ira de las bases del PRM, integrado por gente que invirtió su tiempo y dinero para llevar al PRM a la dirección de la Cosa Pública, y ahora, a casi dos años de gobierno, actúan como sonámbulos y con piel revestida de la más dura e impermeable piedra caliza.
En primer lugar, el gobierno dominicano tiene que hacer frente en lo inmediato a los bien amarrados empleados de carrera. Contrarios son suyos y los serán de por vida, en un 95 por ciento de los casos. El PRM debe entender que esos empleados de carreta, inteligentemente soldados al empleo público por el PLD, no votarán en el 2024 por la boleta que contiene el dedo pulgar hacia arriba ni, aunque Dios y el diablo se los ordenen.
Desde ya, tiene que crearse un proyecto de ley para evaluarlos cada seis meses y tachar a los que como parásitos pasan el tiempo cherchando ante un computador, consumiendo un tiempo vago para cobrar a fin de mes. En una evaluación objetiva y primaria, los evaluadores, amparados por una nueva ley, de las planillas del gobierno se llevarán, por la razón mencionada y muchas otra, un 40 por ciento de los impostores.
En segundo lugar, el gobierno está llamado con brazo firme y mano de gratitud, limpiar las nóminas de los leonelistas y danilistas los que creen que la res pública es solo propiedad exclusiva de su corral político.
Y hay que censurar con la destitución inmediata a los ministros y directores del gobierno que se han rodeado de enemigos políticos del PRM, despreciando a los suyos, estratégicamente buscando quedarse en la teta cuando se produzca un cambio político en el país. Sabios viejos. El pase a la gloria de esos insensibles y absurdos perremeistas, debe ser cancelado de inmediato tomando en cuenta la irracionalidad de su accionar administrativo que no es más que uno propio de hijos de putas, mal agradecidos y casquivanos.
A esos empleados de corazón de color Danilo morado y de sangre verde Leonel, les importa un bledo que Abinader y los que dirigen al país hagan cosas buenas o malas. Su decisión de votar contrario al gobierno de los Popis, en el proceso electoral del 2024, es irreversible e inmodificable. Nadie, en lo absoluto, cambiará su secreta o pública elección, pues el perfume fuerzapueblerino y la fragancia morada, le atraen como los perfumes de frascos pequeños. Para estos, el gobierno de Luis Abinader Corona, pese a la feria de chacabanas de lino, le huele a grajo haitiano.
La matemática es simple. Cero mata a cero y el 90 por ciento de los contrarios pegados a la teta pública, mientras el 90 por ciento de los perremeistas tragan aire en las gradas, acarreará como resultado el desplome de los números electorales gubernamentales hasta límites muy preocupantes.
No hay voluntad en la mayoría de militantes perremeistas para integrase a un proceso electoral y pregonar las virtudes del cambio, con sus barrigas vacías, sus familias en apuros y con deudas por doquier. La masa que espera nombramiento no es chiquita. Si Luis se lleva de Milagros Ortiz Bosch y de otros cortesanos acomodados, se los llevará el diablo prendido en candela.
Las cancelaciones públicas deben ser urgentes y batateras. El problema de los derechos generados por el servicio público, será resuelto en los tribunales competentes con procesos tediosos que deben desembocar en una negociación económica beneficiosa para el gobierno. Lo del gobierno debe ser ganar tiempo y negociar holgadamente frente a la gran burocracia inoperante leonelista y danilista que debe cancelar. Rey muerto, rey puesto. Leonelistas y danilistas, a sus casas. Es el turno de los perremeistas y punto y aparte.
La compensación a los perremeistas disgustados y gente del pueblo necesitada debe ser urgente y sin titubeos. La compensación puede ser expresada, si no hay empleos para todos, en otorgamientos a los defraudados electores perremeistas de apartamentos, casas, solares para que a los de arriba no los cojan asando batatas.
La inflación no admite razonamientos justificativos. Los supermercados aterran y los colmados y los colmadones fuñen hasta los riñones por el nivel incontrolable de carestía de todos los productos básicos enganchados en sus tramos.
Abinader y sus funcionarios deben saber ya, o será acusado de miopía política, que la guerra rusucraniana no se ve por estos lares, ni el dominicano oye las detonaciones de las bombas, ni el grito de los heridos ni el humo de sus trincheras. El plato de comida del dominicano, con menos arroz, habichuelas y carnes, es su campo de guerra donde pierde su energía.
Si Luis Abinader y su gobierno y el propio PRM no actúan a tiempo, durarán en el poder lo que dura una cucaracha en medio de un rejón de gallos criollos hambrientos, con el agravante de que a los perremeistas, una vez fuera el gobierno, les pasarán las facturas penales administrativas, de manera vengativa y muy desconsiderada.
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