POR J. ESTÉVEZ ARISTY / Gallera azuana, el gallo de pelea Danilo y los picotazos de la inflación
Por J. Estévez Aristy
El domingo 22 de mayo del 2022, un Danilo Medina ileso de los procesos de corrupción llevados en contra del Partido de la Liberación Dominicana, salió a pelear por el retorno del PLD al poder como todo un gallo quiquiriquí dispuesto a picotear la cabeza de Luis Abinader para situarse a la vanguardia de la oposición gubernamental y así volver a cantar con un gallo de su traba triunfador en los privilegiados rejones del Palacio Nacional.
La cifra servida a la prensa de los nuevos juramentados en el PLD, es mentirosa, pues no es verdad que a ese acto asistieron 13 mil nuevos miembros, falacia que se evidencia por lo maltrecho del multiuso azuano donde se realizó el evento. No obstante, el impacto del evento opaca sus ficciones numéricas y presenta al PLD como una opción de poder real que resucita con las mejores espuelas y los más encopetados bríos.
Sea como sea, la reactivación política del Partido de la Liberación Dominicana, debe ser un signo preocupante para el Partido Revolucionario Moderno, pero al parecer, no lo es. El PRM, duerme en sus laureles y de pronto, repito, actúa como un gallo manilo sin fuerzas para combatir y repeler ataques.
El PLD, a saber, sale a recuperar el espacio que en la granja política local ha tomado Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo, aprovechando, ésta última organización política, el referente corruptivo más inmediato y que afecta al PLD, así como el descuido de Luis Abinader con sus militantes, lo tullido de los trabajos organizativos del PRM, la inflación que revienta al pueblo y la sarta de funcionarios que no conectan con las masas populares, de trajes costosos y camisas de lino, roseadas por el perfume Made in Popis, tan lejano al grajo del pueblo que los llevó al poder.
En la gallera de la política local, Danilo Medina tiró el espuelazo de campaña: la inflación que no ha podido controlar el gobierno.
Por lo visto, Leonel Fernández hará campaña en ese mismo sentido. De modo que el punto más débil del gallo llamado PRM, lo es la inflación y por ahí recibirá «espuelazos» y picotazos para desplumarlo en plena pelea y dejarlo sólo con 4 años de reinado, bajo amenaza de meterlo tras los barrotes de una cárcel vengativa.
Erróneamente, el PRM ha apelado y al parecer apelará a la inmoralidad de la oposición para defenderse del fiero ataque de los peledeistas y de los fuerzapueblistas.
Nada más erróneo. La responsabilidad del gobierno para combatir la inflación debe ir más allá del discurso defensivo. Se necesita acción gubernamental, focalización de los sectores más vulnerables y constancia en las iniciativas sociales.
La venta de raciones alimenticias en los supermercados, medida provista de un escándalo dembolero del gobierno de turno, fue un fracaso total, pues esas raciones se las regalaba el PLD al pueblo sin sacarle un chele de los bolsillos.
La liberación de los aranceles a 54 productos básicos por parte del gobierno del PRM, otro fracaso, pues la casi totalidad de esos productos ya estaban liberados a través del Tratado de Libre comercio, y el paciente inflacionario siguió dando indicios de presión arterial alta y de ciclo de vida muy larga para joder la economía popular.
Sin embargo, una pregunta salta a la vista: ¿con cuáles medidas el gobierno del PRM puede revertir el problema de la inflación y por ende los picotazos y «espuelazo» opositores que contra su cabeza y que a dúo sangriento les lanzan los gallos veteranos Danilo Medina y Leonel Fernández?
Las propuestas son tres y Luis Abinader puede llevarla a cabo de manera rápida y contundente:
1) Minando al país de bodegas populares, al estilo Jorge Blanco, donde 20 artículos de primera necesidad, incluyendo arroz, habichuelas, bacalao, salami, huevos y aceite, se vendan a precio de vaca muerta.
2) Subsidio desde el gobierno a todos los comedores económicos privados, incluyendo los picapollos, para que vendan el plato del día a no más de 30 pesos la unidad.
Y 3) Preñando a las gobernaciones, mes tras mes, de 20 mil raciones alimenticias para entregárselas gratuitamente al pueblo, priorizando a madres solteras y con hijos, así como a viudas y a envejecientes sin posibilidad ni siquiera de comer bien una vez al día.
La política social del gobierno debe implementarse reduciendo éste su política constructiva, pluvial y ambiental, no educativa ni agrícola ni turística, hasta que la inflación ceda sus desagradables dígitos.
Sólo así los picotazos y «espuelazos» de la oposición contra el cuello y los ojos del gobierno, dirigidos por la oposición leonelista y danilista, no traerán como resultado que al PRM le maten el gallo en la funda y hagan sancocho de su carne fisgoneada.
Ya lo dijo Lidio Cadet, «el mal comío no piensa», y la judicialización de casos corruptivos no llena la barriga diaria de los hambrientos hijos de machepa a los que con hambre no les importa un bledo tantas especies marinas mencionadas en los expedientes corruptivos, que no llenan sus platos ni siquiera de una untura de sardina de la mala y chiquita.
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