J. Estévez Aristy

Aunque con menor número de libros que la literatura escrita sobre la dictadura trujillista, existe una literatura antibalaguerista con muy buenos, talentosos y aguerridos cultores.

Las obras de más relevancias en suelo patrio son tres, justamente expresadas en tres géneros literarios distintos.

Se trata de la novela Los que falsificaron la firma de Dios, de Viriato Sención, de la colección de cuentos La Máscara del tiempo, de Avelino Stanley Rondón, y de la obra poética Eloise, tentativa de un canto infinito, del escritor Denis Mota Álvarez.

Estas formidables obras literarias de buenas tintas narrativas como lo son la novela y la de cuentos, así como la de buen arraigo poético como la de Mota Álvarez, exhiben un común denominador: se publicaron en vida de Joaquín Balaguer Ricardo y en contra de éste y de sus dominios políticos.

Dos de ellas fueron premiadas, —Los que falsificaron la firma de Dios, de Sención y la Eloíse de Mota Álvarez–, en tanto que la de Avelino Stanley fue premiada por los lectores dominicanos, pues es de las tres la que cuenta con mayor número de ediciones.

El premio anual de novela, después de otorgado, se le niega a Sención, provocando un escándalo mayúsculo dentro y fuera del país.

Viriato Sención fallece, pero Denis y Avelino siguen con vida sin arrepentirse de sus disparos literarios contra un régimen que disparaba muerte.

La obra de Denis Mota fue premiada en el Concurso de Navidad del Obispado de Nuestra Señora de la Altagracia.

La critica al balaguerismo, con el frío y calculador Balaguer a la cabeza, se debate entre la realidad y la ficción entre las obras de Sención y Stanley, entre tanto que en la poética de Denis se utiliza la simbología del huracán y del mal tiempo para mostrar y demostrar al tirano junto al ambiente político sangriento que surgió de aquellos doce años represivos, embadurnados con sangre virgen por una inhumana Banda Colorá.

«SANTO DOMINGO. – EL HURACÁN ELOISE» —escribe Denis con gran acierto poético—,» CONTINUABA GOLPEANDO FUERTEMENTE / EL VIENTRE DE LA MAÑANA/ DE LA CUATRICENTENARIA CAPITAL DOMINICANA / CON INTENSOS AGUACEROS ACOMPAÑADOS /  DE RÁFAGAS DE VIENTOS POLÍTICOS…»

En una parte importante de este poemario, Mota Álvarez desnuda un panorama político de cielo plomizo señalando el parte oficial ajeno a la turbulencia política que crea y a la indiferencia oficial frente a la represión social que prohíja, concluyendo que: «Se dijo, sin embargo, que el dictador le escribía un poema a la lluvia».

El enriquecimiento ilícito en tiempos de Balaguer, mientras el horror lleva a la tumba a la juventud revolucionaria y rebelde, es descrita magistralmente por el poeta Denis Mota cuando denuncia a «un mortero que dispara una nueva flor burguesa».

Pero juntando la prosa y la poesía tenemos como resultado un cóctel amargo movido y removido por un mando personificado, específicamente brutal, corrupto, laureado por limpiasacos, un referente anárquico horrendo, maquiavélico e hijo de la mala madre.

Tanto Sención Stanley y Mota Álvarez, comparten la virtud de explotar un personaje oscuro de nuestra historia, en todas sus vertientes, con toda su arrogancia y sueños de perpetuidad.

Una novela, un libro de cuentos y un poema sobre un mismo referente, deja establecido el talento literario de sus autores y la intensidad creativa de sus plumas.

Recomiendo leer y analizar estos tres textos literarios de buen ritmo y concatenación de imágenes literarias de alto calibre, sobre todo a algunos críticos literarios de última generación que pueden ser sorprendidos en su evidente candidez.

La literatura antibalaguerista existe y subsiste con tres excelentes cultores y otros que se les agregan en muchos textos dispersos que han sido ya publicados.