POR JUSTINIANO ESTÉVEZ ARISTY / Siembras de libros, sembradores y cosecha intelectual
Al centro, Luis R. Santos, Avelino Stanley Rondón, Emilia Pereyra, Pedro Antonio Valdez, Juan Hernández, Osiris Madera, Isael Pérez, Luis Cueto, Ambar Rodríguez, Celsa Albert, entre otros.
Por J. Estévez Aristy
Sábado 2 de octubre de 2021. 11 y 30 a.m. Lugar: Aldea Cultural de la Romana. Actividad en sí: la mejor siembra del árbol del conocimiento. Sembradores: Luis R. Santos, Avelino Stanley Rondón, Emilia Pereyra, Pedro Antonio Valdez, Juan Hernández, Osiris Madera, Isael Pérez, Luis Cueto, Ambar Rodríguez, Celsa Albert, entre otros.
Del vivero del Ministerio de Educación salió la semilla. Dominicana lee y sus fecundidades repentinas, conectada con educadores (as) y estudiantes.
Las manos abiertas de educadores romanenses -buena tierra- recibieron el prodigio.
El Plan de Reforestación Nacional del Conocimiento, abarcará el país entero. Solo que tiene que ser más ágil, hora a hora y día a día.
Y hubo lluvia de palabras en La Romana.
Y los escritores se conectaron con aquellos que harán crecer el árbol del conocimiento en cada aula a través de los libros.
Y pronto todo el país será un bosque vigoroso de conocimientos, luces y reflectores.
Y República Dominicana será el primer país del mundo con mayor número de lectores y gente y sol.
Y el analfabetismo cultural emprenderá la de Villa Diego.
Y la ignorancia le cargará sus oscuras y vacías maletas en un viaje sin retorno.
Y el libro se convertirá en pan gramatical, en orientador de multitudes, en transmisor de experiencias vividas.
Y el libro será un artículo de necesidad en cada hogar dominicano.
Parece un sueño, pero poner un pie humano en la luna empezó como un sueño.
Con estos encuentros orientadores ante maestros y maestras, con el desplazamiento de escritores a las aulas estudiantiles inaugurado en La Romana, con la inclusión de la lectura de obras de autores nacionales e internacionales en el programa pedagógico, la siembra augura la mejor de las cosechas educativas y culturales a mediano y largo plazos.
Dominicana Lee es un granero de conocimientos e iluminaciones.
El surco se abre, nace la semilla y la entrega de un grupo de intelectuales dominicanos en pro de la materialización de la idea patriótica y educativa, más que abono, es la mejor lluvia.
Buena siembra, buen abono y buen tiempo, auguran la mejor de las cosechas.
El escritor es, en fin, un sembrador de nuevas experiencias y conocimientos.
El libro no ladra ni muerde, pero nos defiende.
Dominicana Lee luce un plan ventajoso e indetenible.
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