Un nuevo temblor de 7.1 sacude el sur de California: viviendas, grietas de cimientos y muros derruidos

Una casa ardiendo en Ridgecrest, California, tras el terremoto del viernes noche.

Un nuevo terremoto sacudió este viernes a las 20:19 de la noche el sur de California, solo un día después de que la región se sobresaltara con uno de los peores seísmos en lo que va de siglo. El terremoto marcó una magnitud 7,1 en la escala Richter y se pudo sentir con fuerza en toda la región de Los Ángeles.

El epicentro del terremoto se situó en el mismo lugar que el que se produjo el jueves, en Searles Valley, cerca de la localidad de Ridgecrest. Se trata de una región poco poblada en el desierto de Mojave, a unos 200 kilómetros al noreste de Los Ángeles y a una distancia parecida de Las Vegas hacia el este. Según avanzaba la noche se comenzaron a conocer los daños en esa zona.

Al menos 1.800 personas estaban sin luz y las televisiones locales mostraban una casa en llamas y una carretera local cortada por un desprendimiento, según informaron los bomberos del condado. Los periodistas en la zona relataban escenas de gran nerviosismo. Alrededor de la medianoche no había noticias de daños personales.

En el condado de San Bernardino, al sur del epicentro, el Departamento de Bomberos tuiteó: «Casas movidas, grietas en los cimientos, muros caídos. Un herido leve».

Poco después tuiteó que había «numerosos escapes de gas» en la localidad de Trona (1.700 habitantes). Los servicios de emergencia no podían hacer una estimación de los daños en esa localidad hasta el amanecer. Jed McLaughlin, jefe de policía del condado, dijo cerca de la medianoche que solo habían atendido dos incendios por escapes de gas, que fueron apagados rápidamente, algunos desperfectos en casas y «pequeñas heridas» como cortes y golpes.

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