Una violenta organización compuesta por 75 narcotraficantes que operaba en San Juan de Puerto Rico y supuestamente en la República Dominicana, la que desaparecía los cuerpos de sus víctimas lanzándolos como alimento a sus caimanes, fue desarticulada esta semana por las autoridades federales y estatales.

La pandilla, que se hacía llamar “Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cantera Las FARC”, generó ganancias de sobre $75 millones. Esta comenzó a operar en el 2006.

Uno de los arrestados durante el operativo es un empleado del ayuntamiento capitalino, identificado como Edgar Nieves, quien trabajaba en la Oficina de Recursos Humanos. Este fue suspendido, informó la alcaldesa Carmen Yulín Cruz.

• BANDA OPERARÍA EN REPÚBLICA DOMINICANA: La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) requeriría a las autoridades de Puerto Rico que identifiquen a los miembros de la supuesta banda que se hace llamar “las FARC de Puerto Rico” y los cuales estarían en la República Dominicana, para que en caso de ser cierto apresarlos y devolverlos a Puerto Rico.

La fiscal federal Rosa Emilia Rodríguez informó en una rueda de prensa que durante la pesquisa “se recibió información a los efectos de que la organización, para disponer de cadáveres, en ocasiones, se los tiraban como comida a cocodrilos y caimanes que poseían”.

Señaló que en ocasiones, como medida de seguridad, secuestraban y atacaban a narcotraficantes rivales, así como a los miembros de su propia ganga para intimidar y mantener el control de las actividades de narcotráfico.

Indicó que Las FARC operaba en Barrio Obrero, sector El Guano, Calle William, Calle Once, sector Cantera y los residenciales Villa Kennedy, Las Casas, El Mirador, Las Margaritas y otras áreas de San Juan.

El objetivo de Las FARC era mantener el control del tráfico de drogas dentro del área de Santurce mediante el uso de la fuerza, amenazas, violencia e intimidación. También se dedicaban a distribuir cocaína a los Estados Unidos continentales.

Los 75 acusados tenían diferentes puestos dentro de la pandilla. Entre estos, líderes, dueños de puntos de drogas, corredores, suplidores, gatilleros, procesadores de drogas y facilitadores.

Veintisiete acusados enfrentan un cargo de posesión de armas de fuego durante la comisión de un delito de narcotráfico.

Como parte de la conspiración, los líderes o dueños de puntos de drogas instruían a otros co conspiradores para que suministraran “muestras” de drogas gratis a clientes/usuarios, para promover las ventas de una marca específica de droga.

Algunos de los co conspiradores utilizaban diferentes tipos de barricadas o barreras como tanques de agua grande, piscinas, barreras de control de acceso con brazos mecánicos y portones de acero para bloquear las calles que daban acceso a los puntos de drogas y así detener el ingreso de agentes de ley y orden y miembros de gangas rivales.

Algunos de los acusados utilizaron parte de las ganancias que obtuvieron como resultado de la venta de drogas para comprar bienes y servicios legítimos como propiedades inmobiliarias, clubes nocturnos, vehículos de motor, embarcaciones, ropa, viajes, alojamiento en hoteles y fiestas privadas.

En un pliego acusatorio separado figura Edison “Chino Oriental” y Waldemar Febres Sánchez, quienes presuntamente pertenecen a Las FARC. Estos ya habían sido arrestados hace unas semanas. En el foro federal enfrentan cargos por el asesinato de Carlos Giovanni Báez Rosa, mejor conocido como “Tonka”.

Los acusados comparecieron a la vista inicial ante el magistrado Marcos López. El grupo se expone a penas de entre 10 años de prisión a cadena perpetua.

En la rueda de prensa estuvieron presentes el director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) Douglas Leff, la secretaria de Justicia Wanda Vázquez, el secretario de Seguridad Pública (DSP) Héctor Pesquera y el comisionado de la Policía Municipal de San Juan José Caldero, el director del Negociado Federal Antidrogas (DEA) A.J. Collazo, los fiscales del caso Alberto López y María Montañez, entre otros.