POR FERNANDO FERNÁNDEZ DUVAL

Según los medios occidentales, ya arribaron a Singapur para la cumbre a celebrarse el próximo martes 12, los presidentes de Corea del Norte, Kim Jung-un y de Estados Unidos, Donald Trump, quienes se reunirán en uno de estos tres hoteles: Shangri –la Hotel, Capella o el Marina Bay Sands, donde pernoctarían los presidentes y sus respectivas delegaciones técnicas que integraran las mesas de trabajo.

Se espera que después de esa reunión, ambos líderes inicien la búsqueda del camino de la desnuclearización y el deshielo en la península de Corea y en el sudeste de Asia, tarea esta  que no será tan fácil de lograr por el momento, como  esperan algunos auspiciosos, dado los múltiples escollos y la desconfianza  disuelta en el ambiente basada en las experiencias de otros y las recientes amenazas del secretario de estado, Mike Pompeo, de ocurrirle a Corea del Norte lo mismo que le sucedió a Muomar Gaddafi en 2011.

Los puntos de agenda  que llevan en sus respectivas carpetas de trabajo  los dos mandatarios, tienen que ajustarse meticulosamente como un reloj suizo hasta colocarse  en un punto común que permita la firma de los deseados acuerdos; pues Washington exige una completa,  verificable e irreversible desnuclearización de Corea del Norte y ofrece a cambio retirar las sanciones económicas y  garantizar  la  seguridad del gobierno y el sistema político de Pyongyang una vez que esto ocurra. Por su parte Kim Jong –un,  ha afirmado que apoya una desnuclearización completa de la  península de Corea, pero a través de un proceso paso a paso y se niega a un desarme unilateral.

Como se puede apreciar, aparentemente entre Corea del Norte y Estados Unidos el propósito a alcanzar en la reunión es el mismo: la desnuclearización; aunque el problema no sería alcanzar ese punto común, porque de entrada los líderes están de acuerdo. Los problemas serian  entonces dos.

Primero,  ¿qué se entiende por la desnuclearización, si  solo es la de Corea del Norte o el de toda la península,  que  incluya obviamente  a Corea del Sur, las bases y los ejercicios militares en la región?

Segundo, el tema de la confianza, si después que Corea del Norte desmantele su estructura nuclear y no tenga ya capacidad para atacar a sus vecinos y al propio territorio continental de la Unión Americana, no vaya posteriormente Estados Unidos  a atacarlo, barrerlo militar y políticamente de la faz de la tierra y unificar, lo que no pudieron en la guerra entre 1950-53, las dos Coreas bajo la egida de los propios Estados Unidos, tal como  hizo la coalición formada por  Francia, Inglaterra e Italia con el apoyo de Estados Unidos contra Libia, que después que el régimen de Muoamar Gaddafi aceptó desmantelar  su programa nuclear,  fue atacado de forma impiadosa por las potencias occidentales en  2011 hasta convertir ese país prospero del norte de África  en una ruina retrotraída  al siglo XIX, con guerras intestinas tribales y practicas esclavistas que asombran al mundo civilizado.

La situación es compleja porque la población de  Corea del Norte ha sido afectada fuertemente con las sanciones económicas impuestas por Washington y por el alto coso de  su propio  programa nuclear defensivo; en consecuencia,  necesita que estas sanciones se levanten y tener  la garantía de su seguridad para quitarse de encima ese oneroso  programa que pesa mucho sobre los hombros de los  contribuyentes norcoreanos, mientras que Estados Unidos y los vecinos de Corea del Norte, específicamente Corea del Sur y Japón saben que la existencia de armas nucleares en la península coreana supone un inminente peligro para la seguridad y la estabilidad política y económica regional y del mundo.

¿Cuáles fichas moverían Kim Jong –un y Donald Trump a partir del martes en esas negociaciones?

¿Qué papel jugaría China, país que tiene muy buenas relaciones con Pyongyang y es parte de su orbita económica?

¿Qué papel jugaría Corea del Sur, país aliado de Estados Unidos, epicentro del problema y que técnicamente todavía está en guerra con Corea del Norte desde 1953?

¿Qué papel jugaría Rusia que tiene cercanías políticas y geográficas en la región?

¿Qué papel jugaría Japón, país aliado a Estados Unidos y acérrimo enemigo de Corea del norte?

¿Cómo conciliar todo estos intereses y arribar a acuerdos?