Según la misma fuente, el vehículo continuó rumbo al sur hasta chocar con otro automóvil, después de lo cual el conductor descendió y apuntó con dos armas falsas, por lo que la policía le disparó, logró neutralizarlo y, finalmente, ponerlo bajo custodia. De acuerdo con información del Departamento de la Policía de Nueva York, el atacante llevaba una pistola de pintura y una de aire comprimido, que fueron recuperados de la escena. 

En una conferencia de prensa celebrada dos horas después del ataque, el alcalde Bill de Blasio confirmó que se trató de «un acto de terror». 

Por su parte, el gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ratificó la información preliminar y aclaró que, después de atropellar a varias personas en la ciclovía, el vehículo blanco chocó con un autobús escolar, hiriendo a dos adultos y a dos niños.

Además, Cuomo confirmó que los fallecidos vinculados al episodio son 8 y que hay al menos «una docena de heridos», pero que el último número podría aumentar tras terminar con la evacuación del lugar. De las víctimas mortales, seis habrían muerto en el lugar y otras dos después de ser trasladadas a centros médicos con heridas graves.

Por último, Cuomo aseguró que todo indicaba que se trataba de la actuación de un «lobo solitario», y que no había elementos para suponer que podía haber un plan más vasto. El atacante sería un hombre blanco de 29 años, que está actualmente internado.

«Ordenamos más presencia policial (…) no porque tengamos datos de otra alerta, pero sí por precaución», aclaró Cuomo sobre el operativo policial preparado para el desfile de Halloween previsto para esta noche.

«Nueva York es un símbolo de libertad y democracia, eso es lo que somos y es también lo que nos convierte en un objeto de amenazas», concluyó.