POR TEO TORRES / Sanciones a esos abusadores

POR TEO TORRES / Higüey

El imperio de la ley debe ser implacable y riguroso, en grado superlativo absoluto, en contra de los malos y asquerosos munícipes de Higüey, que tiran basura en la calle, sin importarle un comino la limpieza y belleza de la ciudad. 

Muchos lo hacen por maleducados e indisciplinados, otros porque creen estúpidamente que con esa execrable acción le hacen un sabotaje a la actual gestión municipal que encabeza el alcalde Rafael Barón Duluc (Cholitín).

Sin embargo, con la acumulación de desperdicios en las vías y espacios públicos solamente pierde el municipio Higüey, porque como ciudad de apoyo al polo turístico Macao-Bávaro-Punta Cana, los extranjeros que nos visitan se estructuran una mala impresión del ornato de esta población.

Los malos y equivocados ciudadanos higüeyanos que se dedican a esta mala práctica de tirar cuantos desperdicios producen en sus establecimientos comerciales y sus viviendas deben   reflexionar, aunque sea cinco minutos, y asumir conciencia del gravísimo daño que se causan asimismo y a la población entera por su mal comportamiento.

Si esos indecentes, malintencionados y maleducados munícipes no son capaces de entender el grave perjuicio que ellos impactan con sus acciones, entonces las autoridades municipales, con su justa razón, deben emprender un riguroso plan de sometimiento e imposición de multas en contra de ellos, en aplicación de la ley 120-99 que prohíbe tirar basura en las calles y espacios públicos del municipio.

El ornato del municipio Higüey, debe preservarse a cualquier precio, sin importar el costo político. Debe ser regla de oro y la ley que regula y normatiza esa materia debe ser rigurosa e implacable en contra de esos infractores de mal gusto.

En cualquier otro país un ciudadano que ose tirar un simple papelito en la calle y es descubierto, inmediatamente es sancionado con una multa, muy elevada, por cierto.

Es hora de que en el municipio Higüey, y , asimismo, en todos los municipios de República Dominicana, se imponga la ley y se termine ese relajito de una vez y para siempre.

Hay que accionar urgentemente en contra de esos malditos e inescrupulosos abusadores.

Esos malos dominicanos ya deben de entender que: «La ciudad más hermosa no es la que más se limpia, sino la que menos se ensucia.»

Hay que aplicar manos duras e implacables, en contra de esos abusadores e inescrupulosos munícipes higüeyanos, enemigos del ornato y embellecimiento de la ciudad de Higüey.

Comments are closed here.

A %d blogueros les gusta esto: