Este martes siete, en la medianoche, el presidente Donald Trump pondrá en ejecución su anuncio de abandonar unilateralmente el acuerdo nuclear con Irán, de acuerdo a declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, con lo cual los Estados Unidos va a aplicar plenamente las sanciones que existían antes de firmar dicho acuerdo en 2015, desde los tiempos del Ayatollah  Khomeini.

Desde que el presidente Trump proclamó el 8 de mayo de este año la idea de abandonar el Plan de Acción Integral  (PAIC), es decir, el acuerdo firmado con Irán   entre los presidentes Barack Obama de Estados Unidos, Xi Jinping de China, David Cameron de Reino Unido, Vladimir Putin de Rusia, Hasan Rohani de Irán, Francois Hollande de Francia, Angela Merkel de Alemania y un representante de la Unión Europea (UE),  con el objetivo de  que Irán descontinuara el  proceso de investigación para enriquecimiento de uranio para producir la bomba nuclear a cambio de que  Estados Unidos y la UE le levantara las sanciones económicas, la mayoría de los países firmantes intentaron persuadirlo  para que no lo abandonara.

El detalle de las  sanciones aunque no fueron divulgadas por Pompeo,  se presume afectarán las compras iraní de dólares estadounidenses, su comercio en oro y metales preciosos y sus negocios con metales, carbón y software industrial que implican a terceros países.

En ese sentido, Washington ha dicho a otros países que deben suspender las importaciones de petróleo iraní a partir de principios de noviembre con la amenaza de enfrentar drásticas medidas financieras estadounidenses como represalia.

Al aproximarse la hora veinticinco de mañana martes, en lugar de adscribirse a las medidas de Washington,  Bruselas por el contrario  anuncia la actualización de su Estatuto de Bloqueo para proteger a las empresas de la Unión Europea que hacen negocios con Irán, de acuerdo a un documento emitido en el día de hoy por  la representante  de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Jorgen Trumpf.

El Estatuto de Bloqueo es un dispositivo técnico utilizado por la UE en situaciones especiales que le permite a los operadores europeos reclamar compensación por daños y perjuicio como consecuencia de sanciones extraterritoriales a las personas que ocasionen tales daños. Asimismo, prohíbe a las  personas de la UE cumplir esas sanciones, salvo si la comisión   las autoriza excepcionalmente  a hacerlo.

Dice el documento dado a conocer por Jorgen Trumpf, lo siguiente:  

“… el levantamiento  de las sanciones relacionadas con la energía nuclear es una parte esencial del acuerdo nuclear iraní, cuyo objetivo es tener un impacto positivo no solo en las relaciones comerciales y económicas con Irán, sino también en la vida del pueblo iraní”.

“Estamos decididos –continúa  el documento- a proteger a los operadores económicos europeos que hacen negocios legítimos con Irán, de conformidad con la legislación de la UE y con la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Finalmente, al esgrimir  el  Estatuto de Bloqueo para proteger a sus empresas que hacen negocios con Teherán, la UE  plantea un claro desafío a las sanciones de Washington contra Irán, que no se quedan en el papel, luego que el Banco Europeo de Inversiones, adelantándose a la fecha fatal del día siete, prepara desde antes de mayo  garantías  para los empresarios que desarrollen proyectos en Irán, lo cual es un síntoma de la decisión de Bruselas de que no se echaría  hacia atrás, ni se cruzaría impasible de brazos y como  consecuencia de esa postura podría desatarse una prolongada guerra comercial y diplomática entre Washington y Bruselas que afectaría al comercial mundial, ya que las empresas europeas, principalmente las alemanas, inglesas  y francesas serían las más perjudicadas, pues  de los 46.1 billones de dólares invertidos en Irán por empresas foráneas en 2016, más del 35% corresponden a empresas europeas, principalmente en las áreas gasíferas, industria, infraestructura, siderurgia, alimentación, construcción de aviones y software industrial, textilera, petróleo, automotriz, etc.