La guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump contra China y la Unión Europea, con el objetivo de  volver a colocar la economía de los Estados Unidos en el primer lugar, ya tiene sus consecuencias, según algunos expertos, como veremos más adelante.

El primer impacto de las medidas proteccionistas  adoptadas  por el presidente Trump se refleja en la bolsa de valores, mostrándose descensos en la cotización de las empresas pertenecientes a los sectores afectados con la subida de aranceles.

Otro de los efectos de la guerra comercial es la recesión en el mediano plazo  que puede generar a la economía general, ya que  producir sólo con materia prima local es mucho más caro, lo cual  aumenta los precios, reduce el consumo, caen los ingresos de las empresas y la producción baja considerablemente, se reducen los salarios o se destruyen empleos, lo que constriñe más el consumo  y se contrae la economía, explica Federico Steinberg, investigador del Instituto El Cano.

Otros economistas ven las medidas tarifarias de Trump como un contrasentido para volver a la economía monohegemónica  que disfrutó Estados Unidos después de la segunda guerra mundial.

Noa Smith, profesor de la Universidad Stony Brook, critica que las políticas proteccionistas ayuden a los trabajadores, como señaló el asesor presidencial, Peter Navarro, quien dijo que ayudaba a los trabajadores. Por el contrario, los aranceles pueden afectar a las plantas estadounidenses al elevar sus costos de bienes  intermedios.

Gary Cohn, exasesor económico  de la Casa Blanca y exjefe de operaciones de Goldman Sachs, se retiró de su posición en desacuerdo con las políticas arancelarias del presidente Trump.

El premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman,  reprocha a Trump porque utiliza barreras arancelarias sin ninguna justificación, lo que podría ser dañina a la propia economía de su país, al que dice  pretende salvar.

El impacto del America First, que fue el lema de campaña del presidente Trump, que le permitió obtener el apoyo del sector más conservador del establisment  y que sirve de fundamento  a sus  políticas proteccionistas,  principalmente contra China,  no sólo  afectará a la economía de los países implicados directamente en la guerra comercial, sino también a la propia  de  Estados Unidos y a la del resto del mundo, como dijo el profesor Steinberg, nos veremos muy pronto frente a una gran recesión mundial.

Una recesión mundial podría convertirse en una gran tragedia para la humanidad; pues que se recuerde,  las dos  guerras mundiales del siglo veinte  estuvieron precedidas de dos grandes recesiones que llevaron a las  potencias hegemónicas  al conflicto armado para repartirse el planeta en áreas de influencias y donde justamente Estados Unidos salió con la mejor parte, relegando a un segundo plano a las principales potencias  europeas, como Francia, Alemania e Inglaterra.

Otro tanto podría suceder en esta oportunidad donde no solo estamos inmersos en una guerra comercial, sino también en una guerra militar generalizada de posicionamiento geográfico en el Medio Oriente, específicamente en Siria  con un trasfondo económico, en el que intervienen Rusia, Estados Unidos,  Israel, Irán, Inglaterra y Francia.