Elegía a José Desí
(En Higüey, su pueblo natal,
se me ha marchado a otra dimensión José Desí,
un hermano de sueños adolescentes.) *
Hubo un tiempo en que la alegría
corría de muchacho detrás de la pelota
con el guante de revés o con el bate haciendo swing
y el campo deportivo era una comparsa de algarabía
en las mañanas y en la tarde también
y ahí estaba José Desí, negro bocudo,
rechoncho y animoso, jugando en el tamarindo
con el equipo de Higüey,
fildeando o bateando.
Recuerdo que llegaba con Cucú, mi amigo de infancia,
hijo de Pipo Roca, ya el camión Tongolele
había perdido su azul marino quién sabe dónde;
Higüey y Yuma se enfrentaban en la confraternidad
y José era el alma del equipo higüeyano.
Éramos un sueño en los planes maravilloso
de la adolescencia, nos alejábamos de la niñez
preparándonos, con ilusiones, para el futuro
y ahí estaba José Desí.
Lejos de la muerte
en la alborada de la vida
maroteando por Los Limones.
Jugábamos a ganarle al presente
en el liceo Gerardo Jansen
le fuimos diciendo adiós a la ignorancia
acercándonos resueltamente al conocimiento
para dejar atrás el origen humilde
-sin perder la humildad-
venciendo dificultades y limitaciones
y ahí estaba José Desí.
Nunca lloramos inútilmente por lo duro del camino
cuando de repente, una mañana, nos graduamos
de doctores y licenciados y las ilusiones resultaron ciertas
y entonces emprendimos las sendas de la vida
y ahí estaba José Desí
litigando, repartiendo justicia detrás del estrado,
frente al pizarrón dando tu corazón en enseñanza,
formando familia, jugando softbol,
bebiendo tragos de aguardientes, haciendo cuentos
y riendo con su voz ronca y amistosa.
La muerte se engañó
y creyó que se llevó a José Desí,
en un brutal viaje al olvido
pero mis conjuros desharán los hechizos oscuros de la tierra,
invocarán las divinidades, fuerzas sobrenaturales
para impedir la intervención de la parca,
exorcizar y ahuyentar el mal y las heridas
en el alma del árbol derribado
la partida es un hasta luego.
No te engañes guadaña
todo es una ilusión
es un vano viaje en el tiempo
porque José Desí lo único que ha hecho
es decirle adiós a Higüey
mudarse a otra dimensión
donde lo esperan viejos amigos
y donde luego él nos recibirá muerto de risa.
Denis Mota Álvarez
Santo Domingo Este.
Domingo 27 de enero de 2018
*Tomado de la Elegía a Ramón Sijé,
del poeta Miguel Hernández
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