Por Denis Mota Álvarez

A Catarey (1) , in memoriam*

Me cabe todo el sonido en los oídos,

en la piel y en los ojos de la noche,

en la alegría del merengue,

en el tum-ta-ki-ti-ta- tum rítmicos

que despierta los corazones dormidos

de Makemba, Unkulunkulu y Kanno,

dioses de los esclavos africanos,

que atravesaron los mares de la sargazos

en viaje sin regreso

y de aquel matrimonio tríptico nació la tambora,

hija del chivo, del tronco de la jagua

o del caimito y atada por bejucos y el cáñamo,

hermana menor del tambor,

de la timba, de los palos y el bongó,

bocanada de sonido dialogando con el silencio,

iniciando el ritmo en los pies,

en las manos y en las caderas

(baile compadre Juan, baile el merengue)

o en el prodigio de Marola

en la voz aguardentosa y lacustre

de Luis —Terror—Días

o el embrujo frenético de Catarey,

negro de descendencia lembaa (2),

golpeando con un palo en la mano derecha, a babor

y con la mano izquierda, a estribor,

y en la locura de los dioses de la noche

el cuero de chivo estalla en merengues.

2/08/15

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1.- Ángel Andújar, mejor conocido en el ámbito farandulero como Catarey, ha sido el

      mejor tamborero que ha habido en el país desde que se toca merengue.

2.- De la tribu de África meridional.

 NOTA «Este grandioso músico nuestro no necesita ser presentado, tampoco necesita que se diga que tan bueno o excelente era, él fue y seguirá siendo recordado Tambora Pura, asi de simple.» -Juan Colón.

* Catarey  murió  en Venezuelaen en un accidente automovilístico en el 1987, en una gira de Juan Luis Guerra,  Sergio Vargas y Los Hijos del Rey, entre otras agrupaciones.