POR FERNANDO FERNANDEZ DUVAL

Prácticamente inédito, Puerto Rico tomó las calles, y amenaza volver a las mismas después de la renuncia de su gobernador, Ricardo Rosselló, si su sucesión recae sobre la secretaria de Justicia, como establece el ordena miento institucional vigente en la isla.

No se recuerda un hecho como este que haya unificado a todos los sectores poblacionales en la historia de la isla del encanto en los últimos años, a pesar de que antes los puertorriqueños habían protagonizado protestas multitudinarias como las que se realizaron en las décadas de los ochenta y noventa contra las instalaciones militares de Estados Unidos en la isla de Vieques, pero ninguna como ésta ha sido capaz de concitar tanto apoyo bajo una sola consigna: ¡que se vaya Rosselló!

¿Qué fuerzas tan poderosas estuvieron detrás de esos chats ofensivos del gobernador que hicieron temblar política y socialmente a Puerto Rico haciendo rodar la cabeza de su gobernador?

Según los medios de comunicación, las protestas y las exigencias de renuncia contra Rosselló empezaron a producirse a partir –primero- con la acusación de corrupción contra la secretaria de Educación, la cual, a los pocos días, se vio obligada a dimitir del cargo, después con el destape de los chats del gobernador, como el que escribió contra la ex concejal de Nueva York, Melisa Mark, a la que llamo “puta”.

Pero el agua que rebosó la copa y derramó el agua sobre el piso y que produjo la actual crisis política como epifenómeno político-social, se desató el pasado 13 de julio cuando el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) publicó 889 páginas de conversaciones entre el gobernador y sus más cercanos colaboradores por medio de Telegram.

En esos pliegos electrónicos el gobernador y sus allegados utilizaron un lenguaje misógino, machista y bastante grosero contra opositores, periodistas, artistas y activistas LGBT.

En los chats no solo interactuaban funcionarios con el gobernador Rosselló, sino también empresarios y terceras personas con intereses económicos particulares en la isla y que se beneficiaban en la toma de discusiones políticas de la Fortaleza para ganar contratos públicos, los cuales fueron acusados de corrupción, fraude electrónico, lavado de dinero y activos.

Varios artistas aludidos directa e indirectamente en algunos de los chats participaron de las protestas, entre los que se encontraban Ricky Martin, el grupo musical Residente, Bad Bunny y Luis Fonsi, entre otros.

Esta situación, a mi juicio, no se explica sola por los chats, detrás de estos hay un conjunto de condicionantes políticas, sociales y económicas que se han ido depositando mucho antes del huracán María, ocurrido en septiembre del año 2017, considerado el peor desastre natural, pues Puerto Rico atravesaba por una profunda crisis económica matizada por su incapacidad de pagar su deuda e imposibilitado de trazar una estrategia para saldarla con políticas monetarias endógenas e independientes porque su moneda es el dólar, que solo puede emitir la Reserva Federal de los Estados Unidos, y por su status colonial no puede acudir a la banca internacional a solicitar préstamos, ni negociar su deuda con los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, lo que ha complicado su situación económica que se prolonga en el tiempo cada vez más con la acumulación de intereses, hasta hacerla prácticamente impagable si el gobierno de Estados Unidos no la asume o le otorga el aval a sus autoridades.

Esa situación se aceleró con los azotes del huracán María que afectó al turismo, la principal actividad económica de la isla; también fueron afectados los servicios básicos, que no se han podido recuperar en su totalidad, pues una parte de la población, especialmente en la zona rural recibe el fluido eléctrico con irregularidad, soportando largos apagones, nunca vistos por las presentes generaciones de puertorriqueños, escasez de agua potable, mientras que vías de comunicación, centros educativos, de salud y una parte de las viviendas afectadas o destruidas no han podido restablecerse.

A esos factores que sirvieron de contexto se debió la irritabilidad de la población y su encono que aprovechó los chats del gobernador Rosselló para lanzarse a las calles pidiendo su renuncia, la cual se hizo efectiva, ya que su gobierno perdió legitimidad y cuando un jefe de Estado, un rey y un gobernador en cualquier parte del mundo pierde su base de apoyo en la población, que es lo mismo que decir su confianza, el camino que le queda es la confrontación política para silenciar a la fuerza a los protestantes para mantenerse en el mando, o la renuncia.