POR J. ESTÉVEZ ARISTY / La encuesta de CIES Internacional

POR J. ESTÉVEZ ARISTY

Las encuestas políticas son termómetros momentáneos utilizados para medir la temperatura electoral de los incidentes fuerzas políticas.

    Recientemente Roberto Cavada mostró al país el resultado de una encuesta que situaba al PRM en un 45.7 por ciento de la preferencia electoral, a la Fuerza del Pueblo en un 18.2 por ciento y al PLD en un 17. 3 por ciento.

    De ser ciertos estos resultados, el panorama político nacional de cara al 2024, se complica de arriba abajo.

   Evidentemente, que otras firmas encuestadora difieren de estos resultados, y tal parece que muchos políticos se han mandado a hacer un traje a su medida contaminando sus reflejos.

    La verdad monda y lironda expresa que la Fuerza del Pueblo ha crecido sostenidamente después del 2020. Todo indica que seguirá creciendo pues Leonel Fernández ya ha depositado en la Junta Central Electoral un listado contenedor de un millón de militantes y simpatizantes y ahora aspira depositar, a mediano plazo, un listado duplicado contentivo de 2 millones de seguidores.

    Esto indica que los procesos de corrupción llevados a cabo por la Procuraduría General de la República, en contra de funcionarios y contratistas del PLD, ha traído su cosecha positiva para el Partido Revolucionario Moderno, pero muy positivas para la Fuerza del Pueblo.

   El PRM del 52 por ciento electoral en el 2020, ha bajado un poco y el PLD de un 34 por ciento de votos de ese mismo año ha bajado a la mitad y eso debe preocupar al Partido de gobierno, en vez de alegrarlo, anonadarlo y dormirlo en sus laureles.

   Por lo visto, el PRM se mantiene como fuerza política de primera, distanciada de los opositores, pero no con los votos suficientes para pasar en primera vuelta del 2024.

    Los fríos números servidos por Roberto Cavada por televisión y en su noticiario nocturno, indican un panorama de riesgos: que habrá segunda vuelta porque ninguna de las tres fuerzas políticas se va en la primera vuelta.

    Lógico que si Luis Abinader enfrenta la inflación y la delincuencia, problemas nacionales prioritarios, el panorama partidista podría cambiar a su favor y pasar la raya.

    En un escenario electoral donde la Fuerza del Pueblo quede en segundo lugar, la cosa se pone color de hormigas para el partido del gobierno, ya que el PLD, situado en tercer lugar de cara a las elecciones del 2024 y golpeado duramente en los pómulos por los procesos de corrupción, no le quedaría de otra que pactar una alianza electoral con la Fuerza del Pueblo en venganza contra los rudos golpes judiciales propinados por Mirian Germán y su equipo Rambo.

    El PRM tendría que quintuplicar sus esfuerzos electorales para poder ganar en segunda vuelta, ya que podría estar en el ring político complicado enfrentando a dos contendores que, aunque no son gemelos se tratarán como primos hermanos de una misma genética política y le golpearán hasta en la boca del estómago y los testículos.

    Ante esa posibilidad y desde ya, el PRM y el gobierno están llamados a bajar un poco la guardia de cara al PLD, en virtud de que le es conveniente mantener a esa organización política como segunda fuerza nacional, pero con un porcentaje no muy elevado.

   Si así lo puede lograr, disminuyendo la simpatía de los «fuerzapueblistas«, en una segunda vuelta Leonel apoyaría al PRM para completar la mayoría de votos requeridos y así garantizar la-reelección de Luis Abinader junto al descalabro político del partido morado.

    El país sospecha que el encuentro de Luis Abinader y Danilo Medina va por ese sentido, aunque dicha percepción caiga en el terreno especulativo y nada se filtre de tan misterioso e imprevisto encuentro.

    Y es que, si la Fuerza del Pueblo se mantiene en crecimiento y en segundo lugar hasta los albores del 2024, la reelección de Luis Abinader podría estar en jaque o, en caso extremo, en jaque mate.

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