POR J. ESTÉVEZ ARISTY / ¡Enamórate de la lectura!

POR J.ESTÉVEZ ARISTY

   Justo el 14 de febrero del 2022, día del amor y la amistad, en horas de la mañana, fui invitado a la ciudad de Santo Domingo y en calidad de poeta, a un evento desarrollado por el Ministerio de Educación.

    En esta actividad denominada Enamórate de la lectura, donde hubo canciones, lecturas de poemas, intercambio de libros y regalos de tablas de chocolate, me impactó la humildad del señor Ministro de Educación, Roberto Furcal.

   Sentado en la primera fila y no encaramado en la tarima como hubiese hecho otro rector educativo, este observaba el desarrollo del acto con la pasividad de un valetudinario y con la humildad de un monje budista.

   En un momento dado, mientras una poetisa recitaba, recibió una botellita de agua dentro de un envase plástico y bebió de ella a pico de botella, usando para su mesa el suelo de la explanada que a todos cobijaba con hermandad y entusiasmo.

   Cuando los encargados del protocolo observaron la escena del agua, reaccionaron al acto.  Un camarero oficial apareció en un santiamén con una copa gigante, apoyada en el centro de una bandeja y algo que simulaba una pañoleta blanca.

    A punto de la poeta concluir el recital donde leyó más poemas de la cuenta, el señor ministro rechazó la bandeja y su contenido, con un sencillo gesto, prefiriendo beberse su agüita con la naturalidad de un misionero salesiano.

  En la parte introductoria y en el desarrollo del evento, el señor ministro de educación fue llamado a tarima varias veces. Allí intercambió libros con estudiantes en dos ocasiones, pero en medio de este punto de agenda sorprendió al público asistente, estudiantes, poetas y empleados del propio Ministerio, con dos poemas emotivos, uno, dedicado a su madre y otro, dedicado al beso negado de una mujer.

   Después de mostrar con sendas lecturas el rostro humano de su alma desnuda, le vimos tomar una caja de chocolates y brindarlos a cada uno de los presentes como si fuese el último miembro de una congregación cristiana.

    Cuando llegó a mi lado, me ofertó un chocolate, pero las manos de ambos se extraviaron y el chocolate cayó al suelo.

   El humilde ministro ya se iba a agachar para recogerlo, cuando revestido de humildad le corté la disposición, recogí de prisa la tabla de chocolate expresándole un «Tranquilo, tranquilo, yo lo recojo».

    Y así concluyó el acto, con la muestra de educación de un ministro que se ponía de pie para felicitar a cada poeta que recitaba, que no se inmutó ni dio órdenes marciales cuando el sonido falló y quien pidió perdón a los poetas por incursionar en el terreno subjetivo de la poesía dominicana.

    Cabe remendar que Enamórate de la lectura es una propuesta fundamental dentro del desarrollo del plan edificado Dominicana Lee del Ministerio de Educación de la República Dominicana.  Está iniciativa ha sido impulsada por el escritor Luis R.  Santos con resultados muy positivos hasta el momento.

   Esta actividad, junto a la formación de los Clubes de lectores a nivel nacional, intercambio y donación de libros y el gran lanzamiento en este año de la Biblioteca Virtual con millares de títulos gratis para el estudiante nacional, marcará un antes y un después en la educación escolar del patio.

  Seguro estamos que el ministro Furcal, enamorado de los libros y del plan Dominicana Lee, recibirá elogios a nivel nacional e internacional por el éxito de esta empresa, pero su humildad no rebasará los límites de la prudencia y tendrá solo como el mejor premio el abrazo de un estudiante, la gratitud de una madre y el apretón de manos de un escritor apolítico.

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