El doctor Leonel Fernández, candidato presidencial de los partidos Fuerza del Pueblo (FP), Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Bloque Institucional Demócrata (BIS) y otras organizaciones políticas aliadas se proyecta a convertir en el próximo presidente de la República.

Por razones  y premisas de lógica formal que refleja el escenario político  vernáculo se  evidencia que ello será así.

La regia personalidad del tres veces presidente de la República, Leonel Fernández, resume en sí el liderazgo de los tres viejos líderes más trascendentes que gravitaron en la historia política contemporánea de la República Dominicana:  Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez.

Tras la desaparición de  estos tres grandes líderes políticos, el candidato presidencial de la FP, PRSC, BIS y otros partidos aliados  se convirtió en el único dominicano con perfil y cualidades de  verdadero y auténtico líder político, conservando hasta el momento un sólido arraigo, gran carisma magnética e influencia determinante en todos los sectores representativos de la sociedad dominicana, inclusive allende de los mares. 

Absolutamente nadie, ni siquiera el mezquino más radical, puede regatearle al doctor Fernández Reyna, esta condición y  virtud excepcional.  A quien Dios se lo dio que San Pedro se lo bendiga.

Desde muy joven siempre fue visto como un gran prospecto político. Su talento y capacidad de discernimiento de los temas políticos, económicos y sociales, tanto nacionales e internacionales, despertó y cautivó la simpatía de la militancia baja, mediana y alta de la estructura del PLD.

En todos los procesos eleccionarios internos era propuesto como candidato y siempre obtenía la más alta votación de sus compañeros, muy por encima de los demás dirigentes.

 Así se  convierte en 1996  candidato presidencial del partido morado, siendo escogido finalmente presidente de la República, de la mano y apoyo sin reservas de los líderes políticos Juan Bosch y Joaquín Balaguer.  

Ese carisma magnético de Leonel Fernández, en la estructura  peledeísta ,  no sólo ocurría cuando estaba dentro de esa organización. Aún  se  mantiene latente en la mayoría de sus miembros. Tanto es así que actualmente se ha convertido en  el “candidato presidencial de la secreta” de  la mayoría de peledeístas  que son empleados del gobierno.

Ninguno de  esos peledeístas quieren salir de la miel  del poder y tienen cifrada su esperanza en mantenerse en sus puestos con un triunfo presidencial  de su  único líder político. Por ello,  en las  elecciones  del 5 de  julio 2020 votarán masivamente por el  “ León”.

Leonel Fernández, no sólo  representa  el camino seguro de los peledeístas enquistados en el gobierno. En la actual circunstancia de  crisis sanitarias que afecta a la humanidad, consecuentemente, a la República Dominicana, constituye el candidato presidencial más idóneo y expedito para asumir las riendas del país, por su experiencia de Estado.

Un país  a la  deriva, con el horizonte densamente nublado,  a punto  de  caer en un vacío institucional y económico, ante el acogotamiento generando por la crisis sanitaria mundial  y el desgobierno nefasto hecho por el presidente Danilo Medina, no puede caer bajo la égida de manos inexpertas.

Sería un verdadero caos de  consecuencias  imprevisibles que  avasallaría a este país  si por desgracia  del destino eso llegara a  ocurrir, más si los dominicanos nos ponemos a inventar votando por la improvisada propuesta presidencial del PLD impuesta a la brava por  Danilo Medina y su hueste del Palacio Nacional.

El buen juicio y la  prudencia recomiendan  a  los  dominicanos a votar masivamente en las  elecciones  del próximo 5 de julio 2020 por  el candidato presidencial Leonel Fernández , para que éste encabece a  partir del 16 de  agosto  un  gobierno de  unidad nacional, donde  estén  representados todos los sectores  de la sociedad dominicana.

La  Patria está en peligro de sucumbir y los  dominicanos somos los únicos responsables de  impedir que caigamos en el abismo profundo. 

El autor es periodista y  abogado