Nueva plaga llega al país por aeropuerto Punta Cana: Caracol Gigante Africano, afecta a agropecuaria y a gente
Llegó a la República Dominicana una de las cien plagas más temibles sobre la tierra: el Caracol Gigante Africano (Achatina fulica) que ataca una amplia gama de productos agrícolas y jardines, además de ser un foco transmisor de parásitos que afectan la salud humana.
Este caracol, originario del Africa Tropical, habría entrado al país a través de Punta Cana, en la provincia La Altagracia, según una fuente de entero crédito.
Dijo que esa plaga, que se multiplica como la verdolaga, tiene más de siete meses en esa zona, adonde se presentó una comisión de APHIS (Oficina de Cuarentena Vegetal y Animal) de Estados Unidos a inspeccionar el Este para comprobar la existencia del peligroso molusco.
Las autoridades de Sanidad Vegetal, del Ministerio de Agricultura, que es el organismo oficial al que corresponde informar al país y en particular a los productores agrícolas, no ha comunicado nada sobre la llegada de la nueva plaga.
Los informes, dan cuenta además que el Caracol Gigante Africano está en Bávaro y se ha extendido por Higüey y todo el Este.
“Ante la existencia de la nueva plaga, las autoridades debieron haber declarado ‘la alerta de plaga’ para advertir del peligro a los productores y a la ciudadanía en general. Las autoridades debieron haber declarado un cordón fitosanitario en la región Este, como se hizo, aún de manera tardía, cuando se detectó en Higüey el brote de la Mosca del Mediterráneo”.
Igualmente, se advirtió que por el peligro del caracol para la salud humana, como prevención debe actuar el Ministerio de Salud Pública.
Técnicos consultados, consideran que lo más aconsejable es orientar a los productores y a la ciudadanía sobre la existencia o no de esa plaga del caracol para evitar o minimizar sus efectos.
Señalaron que si se esconde la llegada de este temible caracol, como ocurrió con la Mosca del Mediterráneo, el mal puede ser mayor que el remedio.
El Caracol Gigante Africano es “una plaga polífaga que se alimenta de prácticamente todo: material vivo (plantas, líquenes y hongos), materia orgánica en descomposición (plantas, animales y basura), heces, derivados de plantas como el papel y el cartón” y también “el verano los obliga a camuflarse entre vegetación, escombros, vasijas, solares abandonados y en las habitaciones de las casas, pero vuelven a reaparecer cuando regresa el invierno”, según el Edgar Linares, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, de Colombia.
Adriana Gracia, experta en caracoles del programa Biología de la Universidad del Atlántico, de ese país, certificó que es la especie científicamente nombrada como Achatina fúlica.
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