POR CHRISTIAN PANIAGUA*    

…¡hasta la vista, bb!, despacharía el fortachón de Hollywood ante el suceso consumado. ¡Ofrézcame! -digo yo- soberana paliza le propinó el partido de gobierno, PRM, a la oposición política del patio. A uno hasta pena le da el caso -abusivo- pero ante la bravuconería de RESCATE RD y afines, se le enfrentó con decisión y quedó probado que hay menudo para devolver.  En el deporte que me ocupó de por vida, *Kung Fu*, a ese tipo de barrida le llaman “escoba de hierro”.

Más de una vez despaché a uno que otro oponente con esa técnica y, cuando alguno logró ponerse de pie, fue para correr por su vida el tiempo de pelea que faltaba. El azote es tan contundente que bien retrata el pasado certamen electoral de febrero 18. Mi consejo es que si alguno de la oposición siente aún sus piernas, que se empeñe en correr y ponerse a resguardo y que no invente en mayo -ni juntos ni revueltos- alardeen: acepten que su carnaval pasó y no reten la suerte de un retiro digno.

En boxeo, aquellos púgiles en retiro que pregonaron revanchas salieron trasquilados. Saber perder -ahora- algún día le abrirá puertas a uno de los suyos. De lo contrario, las presidenciales y congresuales de mayo serán sepultura y vergüenza colectiva para quien se pase de “contento” y de nuevo subestime la firme y decidida posición del votante dominicano que, pareciera que perdona, pero que no olvida los atropellos y hurtos de la era de la impunidad.

     El presidente Luis Abinader -por sus méritos- camina firme y alegre a reelegirse en primera vuelta con porcentajes nunca vistos, porque representa la juventud y el rostro de lo bien hecho y por ser uno para con su pueblo. Mientras, la oposición se canta y se llora plegada a lo que dice el manual del perdedor; repartir culpas y hacer de la mentira la tabla que lo sostenga a flote.

Vale rogar para que la política -arte de lo posible- se consolide y les cierre el paso a los parteros de la era impunidad -le evitaran gastos al erario que sirven para salud y educación-. Que la ley del karma les muestre su destino, el que ellos fabricaron haciendo lo malo cuando -embriagados de poder- se cantaron intocables, desafiantes y semi dioses; robando hasta más no poder y privando al pueblo llano de su derecho a un mejor vivir.

El tiempo de Dios -que siempre se cumple- le está pasando factura a los que -llamados a bien gobernar, dos décadas- optaron por el camino malo y hasta se burlaron -en voz alta- de las miserias que le procuraron al pueblo que debían proteger: pueblo que ahora se levanta -decidido- en fila y al lado de Luis Abinader, líder que representa lo que merecemos como país y que no abriga sentimientos malignos, ni exhibe revanchismo en su accionar y, eso; le hace justo para el voto popular y para que continúe gobernando cual símbolo del buen ejemplo que cierta vez alabó Confucio: buen hijo, buen esposo y buen padre, modela para que la ciudadanía practique el amor filial y sean éticos en todo obrar…

     En hora buena para el pueblo dominicano que merece y espera más obras y menos promesas. Que jamás retorne la maldición del “efecto moringa”: panacea infame que al cabo se evaporó y desgobernó 20 años, que no son NADA, pero que valió una eternidad y la gente ahora reza, y canta en las calles las buenas nuevas de mantener en el Gobierno a un ciudadano que, cuando llegó al poder ya era rico –en bendiciones y en dólares- lo que equivale al obrar de Dios de antemano, para que el veneno de “robar” y estimular a otros a que roben no esté en sus genes ni en su devenir político y se sostenga -con su equipo de trabajo- bajo la cúpula de que el Altísimo no tiene preferencia, pero siempre ayuda al que obra bien.

Y como Dios conectando a uno conecta a 10, según Rubén Blades; llueve gracia sobre el pueblo dominicano y su inteligencia para elegir lo mejor de lo mejor, si de gobernar se trata. Tanto es así, que donde la contienda empató una alcaldía y se contó de nuevo, al candidato de la alianza PRM ahora le sobran votos… ¿Cómo dudar entonces de que la mano de Dios está con el justo?

Que Luis Abinader anda ungido -por prudente y correcto- que mejor sería que Abel y Leonel no osen enfrentarlo en mayo y guarden sus ímpetus. Que ni juntos, como aconseja Víctor Días Rúa, se tiren a enfrentar a un presidente motivado por la preferencia popular, pero más; por la satisfacción del deber cumplido y su genuino empeño en reescribir capítulos dignos en los anales de la historia: honra para su familia y para su pueblo -austero y sensato- gobierna apegado a lo que prometió, al jurar al cargo: eso le valida 4 AÑOS MAS para que el cambio sea mejor…

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*Escritor narrador, instructor de Kung Fu, piloto, diseñador gráfico y guionista cinematográfico dominicano.