POR J. ESTÉVEZ ARISTY / El exitoso carnaval yumero

POR J. ESTÉVEZ ARISTY

San Rafael del Yuma cuenta ya con uno de los mejores carnavales del país. El día 19 de marzo, me di cita a esta mezcla fenomenal de sonidos,  ruidos, pitidos, gritos  bailes, saltos, golpes de cintura, de todo el cuerpo, de colores tropicales entremezclados con colores delirantes, desfiles de ninfas hermosas, niñas y niños, jóvenes y adultos de vestir campesino, extravagancias, sorpresas y emociones,  de recreación  vegetal o animal, de tambores, redoblantes, fututos de metal, trompetas, de civiles y militares, mansos y cimarrones, creyentes y herejes, ciegos   y miopes, pícaros y pagadores.

    Pese a esa combinación de esto y de lo otro, el orden brilló por su presencia y la desorganización se percibió por su ausencia.

    Miles de personas del municipio del festejo, y de otras latitudes, incluso de Santo Domingo, capital de la República Dominicana, se dieron cita en la tierra de Ramón Marrero Aristy, Andrea Evangelina Rodríguez y el teniente Amado García Guerrero, también nativo de Yuma, según el historiador José Miguel Soto Jiménez.

  La economía de este municipio oriental movió miles de pesos y hasta los vendedores de botellitas de agua hicieron fortuna.

   De modo que este carnaval está llamado a mover más dinero en Yuma que el que mueven las fiestas patronales de El Carmen y de San Rafael Arcángel, y más que el 25 de diciembre parrandero y el 31 de este mes conclusivo en espera de un nuevo año.

    La industria cultural carnavalesca, va in crescendo y de continuar así dará más dinero a Yuma que la ganadería y la agricultura. 

   La celebración carnavalesca debe ser en la tierra de Denis Mota y Luisemil Castor, por un período de una semana y las participaciones tienen que ser más numerosas, con menos costos, solo entintando el cuerpo y los rostros.

   La comparsa de los tiznaos de negros, de los hombres de barro, de los aborígenes del primario Higüey yumero, etc., se pueden incluir sin tan grandes costos de operación y exhibición.

   El pasado histórico de Yuma, Ponce de León encomendero y antagonista, Juan de Esquivel Versus Cotubanamá y hasta el baquiní y el atabal, tradiciones yumeras, tienen que desempolvarse y recrearse en el hoy del día rítmico y bullanguero.

 Personajes populares fallecidos como Pachanga, Tuto, Santamercé y Cascacín, deben ser simbolizados por jóvenes. La pasión y muerte de Jesús debe ser reinsertada del escenario de Semana Santa a este evento.  Lo religioso no puede ser adverso al carnaval, sino aliado. Moisés y su caravana hacia la tierra prometida, un grupo de arcángeles, la comparsa de damas catequistas vestidas de blanco e incluso el arca de Noé y sus animales, debe ser incluido.

    Otra cosa, música típica y un karaoke abierto en el parque Juan Pablo Duarte durante los 7 días de carnaval hay que implementarlo. Sería tan ideal como la participación de orquestas populares y cantantes individuales metidas en el programa festivo.

    La parte intelectual no debe obviarse con charlas y conferencias alusivas al punto.  Un concurso literario de cuentos y poemas carnavalescos debe ser montado con jurado yumero de avanzada intelectual.

    Una exhibición pictórica y otra fotográfica debe ser expuesta en el parque y su glorieta de día u de niche. Las comparsas para 7 días deben ser 300 y no 30, con la incorporación de escuelas, secciones, bateyes y parajes de Yuma, así como Juntas de vecinos, club de Leones, cooperativas u otras organizaciones yumeras.

    Comparsas de todas las provincias deben participar.

    La premiación de las comparsas y de los personajes creativos debe de hacerse un día por acto separado.

    Loor a Heberto Giordano Castillo Guerrero, por su entrega, dedicación y esfuerzo, así como al Club Evangelina Perozo Rodríguez, por el respaldo a esta tradición y por su amor a mi pueblo.

   Felicidades a la reina del carnaval, Analía Paniagua, belleza yumera de primera línea, más indígena que africana, cuentista y estudiante meritoria.

   Me gocé el carnaval en compañía de Danni, una chica yumera bebedora y bailadora, y el saludo constante de Heberto y los suyos.

   Me emocionó todo y prometí no perderme. Nunca más un carnaval tan emotivo, tan organizado, tan alegre y autóctono como es el de San Rafael del Yuma, cuya comparsa más meritoria es la de los jabalíes. Nacidos de la guáyiga en el Parque Ecológico Nacional Cotubanamá.

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