El expresidente Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera, el fin de una telenovela mexicana de amor y poder
La historia de amor entre Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera comenzó en el país adecuado, en el momento adecuado. Él se encontraba embarcado en los preparativos para sentar las bases de su carrera hacia la presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ella vivía un momento de fama como protagonista de Destilando amor, la telenovela que tenía embaucado al público con un argumento clásico de amor, pasión, traición, ambición y poder.
El encaje no podía ser más perfecto. La ficción se trasladaba a la realidad y los espectadores/potenciales votantes caían rendidos ante el milagro del amor entre la actriz y el entonces gobernador, que tenían que vencer los impedimentos de sus respectivas vidas para poder materializar finalmente su matrimonio el 27 de noviembre de 2010 en la catedral de Toluca. Como no podía ser de otra manera, el pueblo fue testigo de un aplaudido final de color de rosa; la novia —conocida como La Gaviota por el apelativo de su personaje de ficción— lanzó el ramo al respetable y juntos, continuaron el camino de su propio cuento de hadas que llegó al culmen el 1 de diciembre de 2012 cuando Peña Nieto accedió a la presidencia de México y Angélica Rivera se convirtió en primera dama.
Esposa de Peña Nieto confirma su divorcio con emotivo mensaje
La actriz también dijo que tras su separación, tiene el deseo de continuar con su carrera de actriz. Rivera ha participado como protagonista en telenovelas como La Dueña, Destilando Amor, Mariana de la Noche, entre otras.
«A mi esposo, siempre le entregué con amor mi tiempo y esfuerzo para cumplir como esposa, compañera y madre. Hoy toda mi energía, fuerza y amor está enfocada en seguir siendo una buena madre, en recuperar mi vida y mi carrera profesional», continúa.
Hasta aquí una historia como tantas otras aderezada con pinceladas de almibarado argumento de novela rosa. Sus protagonistas, durante los seis años que duró el mandato presidencial que finalizó el 30 de noviembre de 2018, fueron héroes para unos, villanos de lujo para otros y espectáculo mediático para la mayoría. El fin de su sexenio como presidente parecía poner un punto y aparte a los aplausos y las críticas que cosechó por su política y también por el exceso de ostentación del que hizo gala su esposa ante los ciudadanos de un país cada vez más castigados por la escasez.
Sin embargo, unas imágenes del expresidente paseando por el centro de Madrid en compañía de una joven modelo a principios de este mes, volvían a poner a los medios de comunicación mexicanos, y también a los españoles, sobre la pista de la vida personal de Peña Nieto y Angélica Rivera. La acompañante de Enrique Peña Nieto era Tania Ruiz Eichelmann, de 31 años, mexicana nacida en San Luis de Potosí y, según fuentes consultadas en México “una modelo más de las muchas que hay en el país”. Al principio se dijo que las fotografías eran la prueba de que el matrimonio Peña Nieto-Rivera había llegado a su fin y que la nueva pareja vivía en Madrid. Después que el político iba a fijar su residencia en Andalucía. Más tarde que el expresidente estaba de regreso a México y que allí continuará junto a los tres hijos de su primer matrimonio —Paulina, Alejandro y Nicole— con Mónica Pretelini que falleció en 2007.
Peña Nieto tiene otro hijo reconocido, Diego, nacido en 2005 de la relación que mantuvo con Maritza Díaz Hernández que, según declaraciones propias que aparecen en el libro Las amantes del poder, de la periodista mexicana Sanjuana Martínez, fue su amante durante los últimos años de su matrimonio con Pretelini y también después de casarse con Angélica Rivera
Esta sucesión de hechos ha llevado a la conclusión de que el matrimonio de Peña Nieto y La Gaviota está roto —como la misma ex primera dama ha confirmado este viernes en sus redes sociales— y a resucitar las teorías de que su historia de amor era en realidad un montaje destinado a facilitar la llegada al poder del político por la vía del populismo sentimental. Esta es al menos la versión que mantuvo desde un principio la periodista y escritora Sanjuana Martínez, que además del título mencionado anteriormente, también es la autora de Soy la dueña, centrado en la historia del ascenso y caída de Angélica Rivera y una de las personas que más saben sobre las tramas que rodearon a la pareja.
«En un país machista y con una de las tasas más altas de feminicidio del mundo, ese elemento no era considerado importante, pero las cosas están cambiando y Enrique Peña Nieto pasará a la historia como el presidente más farsante y uno de los peores de México, y mira que la competencia está dura”, concluye Sanjuana Martínez.
El actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado para el 21 de marzo una consulta para saber si los mexicanos quieren que se juzgue a sus expresidentes. Si la propuesta sale adelante, el fin de esta historia puede tener un giro inesperado.
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