Fallece el escritor Manuel Mora Serrano, Premio Nacional de Literatura 2021
El escritor Manuel Mora Serrano, quien fue galardonado en el 2021 con el Premio Nacional de Literatura, falleció este jueves a los 90 años luego de permanecer ingresado por varios días en la unidad de cuidados intensivos de una clínica de la capital, afectado de un fallo cardiaco con complicaciones pulmonares y renales.
El estado clínico del paciente estuvo altamente delicado, fue asistido por los especialistas de la salud, mientras estuvo rodeado en todo momento de sus hijas, familiares, amigos de infancia y demás seres queridos.
Las honras fúnebres del laureado escritor serán a partir de las 2:00 p.m. de este viernes en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y recibirá sepultura el sábado en horas de la mañana en el Cementerio Puerta del Cielo.
Una vida dedicada a la literatura
La mayor parte de su vida estuvo dedicada a la literatura, la investigación literaria y la publicación de artículos de periódicos bajo el nombre de «Revelaciones» hasta recibir en el 2021 la máxima distinción que se le otorga a un escritor dominicano.
Mora Serrano, oriundo de Pimentel, fue un gran defensor de la literatura de provincias, y, desde la provincia Duarte movilizó y conectó a escritores y poetas con los más laureados de la Capital.
En 2013 fue galardonado con el premio Caonabo de Oro, segundo gran galardón, antes del Premio Nacional, y posterior al desaparecido Premio Siboney por su novela «Goeiza».
Narrador, poeta, investigador incansable, Mora Serrano publicó sus ensayos sobre el modernismo en América Latina, sobre el Postumismo y Domingo Moreno Jimenes, su gran maestro, su amigo, cuya obra ha reivindicado a lo largo de sus días.
Es autor de «La Luisa», «El Ángel Plácido», «Decir Samán», «Juego de Dominó»; de poemas como «Sinfonía en Miedo Mayor» y «Sinfonía en la Primavera», así como de la antología «Siempre habrá poesía romántica» y «Modernismo y criollismo en Santo Domingo», entre otros.
La pasión no tiene retiro.
Hoy, en su noventa cumpleaños, el escritor, maestro, articulista, investigador y abogado Manuel Mora Serrano lo hace constar a través de una vida dedicada a una gran pasión, la literatura, no solo en hacerla presente por medio de sus obras, sino desde el análisis y su apreciación, en especial de la poesía.
Su inquietud por el camino de la literatura en República Dominicana continua vivo y en forma a través de la sección «El poema de hoy«, en la edición digital de Diario Libre, y de este constante tránsito nos habla el también Premio Nacional de Literatura 2021.
-Ha sido el artífice de «El poema de hoy» en Diario Libre, una selección de poesías muy personal y exitosa entre nuestros lectores, ¿podemos confirmar con eso que la poesía sigue viva?
Precisamente porque sentimos que no estaba viva decidimos hacer ese ensayo. Como dijimos en la presentación, ni siquiera en las escuelas se recita como antes, que era obligatorio saber de memoria y recitar en las clases y en los actos. Mucho menos, como sucedía antes, se presentan «veladas» en las escuelas de barrios y campos. En cuanto a los poemas, fue un ensayo que esperamos seguir haciendo. Incluso tenemos un libro inédito con el título de Siempre habrá poesía romántica, del cual hablaremos más adelante.
-Decidió escoger poemas que no pasaran de los 16 versos, ¿por qué?
Fueron dos motivos. Primero, los lectores, sobre todo los jóvenes, que, por falta de lecturas escolares de poesía, se resisten a lecturas más extensas. Segundo, por la extensión, ya que pensábamos que se editarían en el periódico escrito. Agradecimos que al fin aparecieran y de vez en cuando se destacaran.
-¿Es necesario pasar por la apreciación de la poesía rimada para apreciar la poesía de versificación libre?
La rima no es, como se pudiera sostener, innecesaria para la poesía, sobre todo para los infantes, por la musicalidad, ya que popularmente se dice cuando algo rima, que eso es poesía. Realmente no lo es, por lo cual la poesía en prosa puede ser que la consiga. Aunque es difícil explicar qué es o no es realmente poesía. Sin embargo, cuando una bella imagen o una metáfora feliz aparecen, hasta los más ignaros saben que eso es parte de la verdadera poesía. No todos los elementos, pero los más relevantes. Un poema sin imágenes y sin metáforas, sea con rima o en prosa, podría ser cualquier cosa, menos Poesía, con mayúsculas.
-Si tuviera que escribir un ensayo sobre la utilidad de la poesía, ¿cuál sería la premisa?
La poesía, como todo arte verdadero, no tiene nada que ver con la «utilidad» que no sea emocional. Si no nos trasladan a otra dimensión de la realidad cotidiana, de la vulgaridad existencial, ni es poesía, ni es arte.
-En su discurso al recibir el Premio Nacional de Literatura en 2021 recordó al poeta Juan Alberto Peña Lebrón, pidiendo ser reconocido a partir de la relevancia de su obra y de su trabajo en el ámbito literario. ¿Qué tanto estamos perdiendo como sociedad en ese olvido en que parece ha terminado mucha de la obra literaria dominicana?
No solo fracasamos en la defensa ardorosa de quien es para nosotros uno de los más importantes poetas nacionales, por suerte bien representado en las antologías más respetables. Sino que lo peor de nuestras luchas es que fue defendiendo el más grande poeta lírico nacional y, de más está decir, de la ciudad de su nacimiento. Nos referimos a la injusticia de que ni siquiera una calle lleve el ilustre nombre de ese poeta, con tantos carajos a la vela que los llevan. Sobre todo ahora que su hijo mayor, Franklin Manuel, ha muerto. De modo que un abogado y maestro, como Peña Lebrón, sea marginado, nos duele, pero no solo pasa con él, sino con otras personalidades nacionales.
Vivimos en medio de una crisis cultural y la culpa es precisamente de la falta de lectura en las escuelas, no solo de poesía, de cuentos y novelas. Hay que enviciar la juventud de literatura, pero sin bases culturales en la escuela es una lucha estéril.
-¿Realmente usted renunció a la poesía por la narrativa, como señaló el escritor Edwin Disla en una reseña sobre usted?
Primero que nosotros, durante el Boom Latinoamericano de Literatura, Pedro Mir renunció a ella y luego lo declararon Poeta Nacional. No renunciamos a la poesía. A ella no se renuncia. Renuncié un tiempo a escribir versos, pero tratando de hacer poesía en la prosa narrativa.
-¿Todavía somos un país de poetas, como se suele afirmar?
Fuimos un país de poetas. Ahora somos solo un recuerdo de los años gloriosos, sobre todo en la primera mitad del pasado siglo, ya que se escribía sin pensar en premios, solo en el poema o el texto mismo. No está mal eso de los Concursos, pero sí, consideramos fatal «escribir para concursar» por el premio o la nombradía.
-¿Cómo ve el panorama actual de la poesía dominicana?
Muy sombrío. Hay más vida cultural entre grupos por toda la geografía. Hay más gentes escribiendo y publicando libros, pero no están en los periódicos. Por eso estamos peleando desde esas páginas de Diario Libre y de Acento. A ver si despertamos a los directores de periódicos para que restituyan a la poesía su lugar señero.
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