POR MIGUEL ÁNGEL CID CID / Cuando el tiempo se encoge y se alarga

A businessman standing in front of a large urban skyline uses a rope that is tied around the minute hand of a clock as he tries to hold back the inevitable march of time.

Por Miguel Ángel Cid Cid

El tiempo es de goma, a veces se arruga, otras veces se estira. El PLD pasó de gobernante eterno a oposición dividida. El PRM cambio de oposición debilucha a gobernante poderoso. Y el FUPU surgió de los entresijos del tiempo. Nació viejo. Todo ello ocurrió en poco más de dos años.

El país político se complicó, pues el 2020 se fue plagado de un virus que cundió en el mundo entero. La pandemia de la Covid-19, además de obligarnos a usar máscaras, nos encerró. Pero hubo otra pandemia nacional que devoró el erario público.

Determinar cuál de los dos virus produjo más daño al país dependerá del partido en el que esté militando el disertante.

Sin dudas los años 2020 y 2021 comparten el mérito de haber puesto en evidencia la debilidad de los sistemas de salud de los países, empezando por los ricos. La OMS afloró como un gran nido de contradicciones. Nadie tenía que salir a rebatir lo que decía el organismo multilateral, ellos mismos se desmentían.

Que la vacuna China no es efectiva, decían. No. La China si la aprobamos, la que no reconocemos es la rusa.

Cuba reafirmó la capacidad de investigación de su sistema de salud. Se convirtió en el único país latinoamericano en patentizar su propia vacuna anti-Covid-19. Y Chile, por su lado, mostró su verdadera cara. Con el metro y edificaciones enteras en llamas, una nueva Constitución y un presidente tatuado nos enseñó que el milagro neoliberal, más que una farsa, es un robo.

El 2021 llegó con la influencia de su hermana la Covid-19. Las mutaciones siguieron haciendo estragos. Pero la gente ni caso le hizo. En consecuencia, los teteos y las fiestas de los políticos y los ricos siguieron como si nada estuviera pasando. Las autoridades persiguen a los primeros y se hacen de la vista gorda con los segundos. Es sabido que la policía siempre es efectiva si se trata de los pobres.

El mar vació sobre la tierra sus frutos más preciados. Sobre todo, las especies afrodisíacas.

Los señores del pasado piden protección para las especies abortadas. Es imposible, dicen, que en este 2022 que ahora empieza, los pulpos, calamares, medusas, larvas y corales, puedan sobrevivir a la Victoria o a Najayo. Esa urticante zozobra no la aguanta nadie.

Las malas lenguas aclaran que también persiguen en el espacio virtual. Inclusive, ya tienen coerción los del 5G y Falcón. Aseguran que pronto vienen Maxi Montilla y Catalina la Grande. Pero igual estas dos están, si no metidas en el mar, se le acercan demasiado.

El lío grande será cuando los cazadores decidan apuntar con sus rifles a las especies de tierra firme. Sería como los pájaros tirándoles a las escopetas.

¿Qué pasará si le disparan a la Operación León o si matan dos pájaros de un solo tiro? Es decir, que con el León venga también la Operación Águila Real. Si los encartados intentan escapar en un vuelo real, las plumas del Águila y la melena del León no caben en un Super Tucano.

En fin, los ejemplos contradictorios sobran. Pero esas mismas contradicciones hacen renacer las esperanzas de que el nuevo año nos señale el camino para dejar atrás las malas artes disfrazas de políticas. Y seguir firme el camino que nos conduzca a construir, aterrizado en los valores éticos, un país nuevo.

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