En las provincias El Seibo y Hato Mayor la cantidad de embarazos de adolescentes es preocupante
Las provincias de El Seibo y Hato Mayor registran altas tasas de embarazos de adolescentes, una realidad que mantiene preocupados a los profesionales de la salud de la región este.
Durante el período enero-julio de este año, en el hospital Doctor Teófilo Hernández de El Seibo se han atendido 1,842 embarazadas, de las que 476 son adolescentes con edades entre los 13 y 18 años.
Las adolescentes representan el 25.8% de las embarazadas, una merma de 5.3% respecto al año anterior, que fue de 31.1 %, lo cual sigue siendo un problema de salud pública. En 2020, en el Teófilo Hernández atendieron 2,068 embarazadas, de las cuales 645 fueron adolescentes.
En el caso del servicio de ginecobstetricia del hospital Leopoldo Martínez de Hato Mayor, el total de embarazos atendidos durante los primeros seis meses de este año fue de 1,335 mujeres, 301 de ellas adolescentes, equivalente el 22.5 %.
Para el 2020, las consultas por embarazo en ese centro alcanzaron los 1,753 y, de ellas, 229 (igual al 13 %) fueron adolescentes.
Los niveles de embarazo adolescente en ambas provincias, en lo que va de año suman 777 casos, es motivo de preocupación entre algunos especialistas que advierten mayores riesgos para la salud de este grupo poblacional.
“Las adolescentes embarazadas sufren más riesgos médicos que mujeres con edades adecuadas para salir en gestación,” reiteró.
Dijo que la edad apropiada para una mujer salir embarazada es después de los 20 y antes de los 35. Comentó que, como recomendación, sugiere a las jóvenes que, antes de pensar en embarazo, puedan dedicarse a estudiar y a practicar deporte, así como en una buena orientación sexual y planificarse.
De acuerdo a la especialista en psicología Keila Beras, los factores y causas que generalmente se asocian al embarazo en adolescente tienen su origen en la combinación de varios elementos que van desde los personales, familiares y sociales.
Señaló el inicio precoz de la actividad sexual, mayor tolerancia al miedo a la maternidad y abandono de escuela o bajo nivel educativo. También el pertenecer a una familia disfuncional, la existencia marcada de violencia intrafamiliar, además de las controversias entre el sistema de valores y la familia.
La especialista de la conducta aseguró que la pérdida del vínculo familiar por migración o por abandono y muerte de los padres son algunos de los factores y consecuencias que pudieran provocar que las adolescentes queden embarazadas a muy temprana edad.
“Considerando las múltiples consecuencias generadas por el embarazo a temprana edad, podemos decir que están entrelazadas en diferentes ámbitos que impactarán la vida de las adolescentes embarazadas en la parte física, social, económica y emocional”, manifestó.
Beras entiende que, aunque en algunos casos la pareja de jóvenes recibe apoyo de sus padres, no todas corren con la misma suerte y que, dada estas circunstancias, pudieran pasar por diferentes situaciones, las cuales pueden afectar de manera general la vida de las adolescentes.
La psicóloga dijo que existen diferentes instituciones que trabajan en favor de los niños y adolescentes, por lo que considera que se debe aunar esfuerzos y fomentar mejores planes y proyectos que impacten de manera directa a la población más vulnerable.
“Desde las escuelas se hace un lindo trabajo que ayuda a los estudiantes a formular su proyecto de vida, pero muchas veces en sus hogares ven otra cosa y se distorsiona lo recomendado”, comentó.
Recomienda respetar el código para el Sistema de Protección y los Derechos de niño, niña y adolescentes que confiere la Ley 136-03 y que el Estado y las familias ofrezcan mayores oportunidades y apoyo a los adolescentes para que, independientemente de las circunstancias, los jóvenes puedan continuar con su proyecto de vida. (Tomado del periódico Diario Libre).
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