Por: Rafael Peralta Romero

• El pasado lunes (5 de abril) el presidente de la República, Luis Abinader, propició un encuentro con la directiva del Colegio Dominicano de Periodistas al que se sumaron otros profesionales de la comunicación. Ocurrió en el Palacio Nacional, en el marco de un almuerzo dedicado por el Día Nacional del Periodista.

No se trató de una conferencia de prensa, sino de un diálogo abierto en el que los periodistas -algunos cuarenta- intercambiaron con el mandatario puntos de vista sobre el devenir de la sociedad dominicana, en general, y la marcha del Gobierno, en particular. Todo quien quiso hablar habló y a todos respondió Abinader.

La conversación fue iniciada por el Presidente y arrancó aplausos de los más apáticos cuando expresó su interés de fortalecer relaciones con los periodistas fundamentadas en el respeto y la colaboración, pero nunca en la sumisión. Hace mucho los periodistas dominicanos queríamos escuchar algo como eso.

Abinader pidió a los periodistas que le señalen los errores del Gobierno porque de ese modo ayudarán a trabajar para corregirlos. No hubo envolturas retóricas en las palabras del gobernante, ningún asesor prescribió lo dicho, ningún estratega escribió sus palabras, sino que obedecieron a un puro acto de franqueza.

• Primero por propia iniciativa y luego por preguntas de sus interlocutores, el Presidente se refirió a los planes de la muy requerida reforma policial, a sus acciones para combatir la pandemia del fatídico coronavirus y a los empeños oficiales por impulsar y defender el turismo, dada su incidencia en la economía nacional.

“Vamos a mejorar, no nos cansaremos”, insistió al hablar sobre el escollo que significa la crisis que afecta a la Policía Nacional. Un detalle significativo, revelado en la conversación, es que los jóvenes dominicanos han vuelto a mostrar su interés por ingresar a la Policía, por la sustancial mejora de sueldo y otros incentivos.

Abinader no se hace la ilusión de una policía a la perfección, pero está seguro que la institución va a mejorar. Y reiteró: “No vamos a tener la policía perfecta, pero va a cambiar”. El día siguiente designó una comisión de trabajo, compuesta por ciudadanos notables, para que recomienden acciones para depurar la Policía.

Unos periodistas -la mayoría- reconocieron logros en la gestión presidencial de Luis Abinader, otros – los menos- emitieron comentarios incisivos, los cuales van en franca correspondencia con el planteamiento inicial del mandatario acerca de sus relaciones con la prensa: respeto y colaboración, pero nunca sumisión.