A la polémica de las tres causales del aborto se le agregó una opinión con mucho peso desde que el tema volvió a ser objeto de debate: la del presidente Luis Abinader, se lavó la mano como Poncio Pilato manifestando que no puede imponer sus criterios personales, pese a que todos conocen su punto de vista.

Mientras realizaba una rueda de prensa tras un encuentro con comunitarios de la provincia de San Cristóbal, el jefe de Estado dijo que: “La situación sobre las tres causales, mi opinión personal la conoce todo el país, porque ya yo la he hablado”.

La última vez que el presidente se había referido al tema fue en una entrevista para el diario español El País, en la que dijo que estaba en desacuerdo con el aborto libre, “pero sí pienso que tienen que haber causales que permitan la interrupción del embarazo. Esa ha sido la posición oficial de nuestro partido”.

El trío de circunstancias para proceder con la frustración del embarazo es el incesto o violación, riesgo de la salud de la mujer y deformación del feto, le aclaró Abinader en esa entrevista.

Mientras que ayer reiteró: “La posición que yo expliqué de las tres causales es mi posición personal”, aclaró el mandatario durante una rueda de prensa en el salón Las Cariátides del Palacio Nacional.

Agregó que se debe respetar la posición del Congreso, del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y de la población. “Esto implica temas religiosos, y en un partido como el PRM, yo tampoco puedo imponerle esa condición”.

• En tanto, el grupo promotor siguen apostado frente al Palacio Nacional, donde acusa al jefe de Estado de abandonar el tema y asumir una postura diferente a cuando estaba en campaña. Por allí, han desfilado varios funcionarios del gobierno en solidaridad con las protestantes.

El martes, una comisión de juristas, designada por la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo, sugirió a los diputados incluir las tres circunstancias en el Código Penal, tras considerar que “constituye una medida constitucionalmente válida”, porque protege los derechos fundamentales de las mujeres. Sin embargo, los legisladores incluyeron solo una causal: cuando la vida de la madre corre peligro, según dijo Rafaela -Lila- Alburquerque.

De aprobarse la despenalización del aborto en caso en que la vida de la madre está en peligro, la República Dominicana dejaría de ser uno de los cinco países de América Latina y el Caribe que castiga con cárcel la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia para convertirse en el cuarto en donde en esa causal exime de responsabilidad penal a la mujer y a los profesionales de la salud.

El Salvador, Haití, Honduras y Nicaragua son las otras naciones donde el aborto está penalizado en todas sus formas, según registra la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Aunque, en el caso dominicano, según explicaron algunos juristas, si bien no se contempla textualmente en la normativa penal que cuando la vida de la mujer está en juego se puede proceder a interrumpir el embarazo, con un diagnóstico del médico tratante y una autorización judicial, esto se puede realizar.

En Guatemala, Paraguay y Venezuela se permite “con el fin de evitar un peligro para la vida de la madre”, “estén en peligro la vida o la salud de la madre” o “cuando existe amenaza a la vida de la mujer, dicen los códigos penales de esos países. A ello se sumaría la República Dominicana si se aprueba la pieza como propone la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados.

Solo en Puerto Rico, Uruguay, México, Cuba y Argentina tienen una legislación que permite interrumpir la gestación a requerimiento de la mujer.