POR MIGUEL ÁNGEL CID / Punto y seguido, punto y aparte y punto final
Por Miguel Ángel Cid Cid
- El punto y seguido es el signo gramatical que pone el límite entre oraciones en un mismo renglón. El punto y aparte marca el final de un párrafo, el cual contiene un pensamiento completo. Igual, las reglas de convivencia social y su sistema de simbolización tienen también sus puntos.
El año 2021, por ejemplo, tuvo su punto de inicio ayer, viernes primero de enero.
En la gramática castellana, además de los puntos señalados arriba, es sabido que la “i” no es “i” si carece del punto que la corona. También hay que hacer conciencia de que luego de poner los puntos sobre las i se cae de la mata poner el punto final.
El punto, en consecuencia, es uno de los símbolos gramaticales más versátiles. El uso del punto es tan común en la construcción de la oración como en la figuración simbólica de la vida cotidiana en la cultura dominicana.
El punto de partida habla del lugar de donde solía salir la caravana de celebración de año nuevo. Los convocados de diferentes comunidades elegían puntos de encuentro para de allí llegar al punto de salida. Pero la pandemia le puso punto final a esa práctica, en este año que acaba de finalizar.
En el cruce entre un vehículo y otro debes estar atento al punto muerto del espejo retrovisor. Porque al trazar la ruta debiste tomar muy en cuenta los puntos cardinales, si no tienes a mano un GPS.
En una pelea de boxeo los dos contendientes estudian los movimientos de su respectivo oponente para establecer un punto de ataque, que es lo mismo que divisar el punto débil del contrario. Pero meses antes del enfrentamiento, los gladiadores debieron entrenar duro para ponerse a punto.
En física, imaginaron los antiguos griegos, es suficiente una palanca para volcar la tierra: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, dijo Arquímedes.
En agrimensura y topografía los mojones colocados en varios lugares de un terreno para hacer el deslinde se les llama punto de referencia. Si una conversación se torna incomoda, antes de que se vuelva violenta, uno de los debatientes cierra diciendo algo suave y al instante pone punto final a la discusión.
Aquí, en República Dominicana, Freddy Beras Goico inmortalizó el punto con el programa de televisión Punto Final.
Y hablando de puntos… este país está invadido por puntos oscuros. Por doquiera que te muevas, ahí hay un punto sombrío. En Don Pedro, en el Cerro de Papatín, en Villa Juana o en Guachupita los puntos representan el pan de cada día.
Las autoridades bregan por detectar el lugar donde se ubican esos puntos. Son precisamente ellos los únicos que no saben dónde están los tenebrosos puntos. Y hasta en las comunidades rurales están cundía de líneas que no son más que una serie de puntos.
El Punto de Juan Isidro, en cambio, es el punto de inicio de una amistad sin punto final. Pregunté a Juan Isidro Inoa por qué le puso a este lugar El Punto de Juan Isidro y no otro nombre.
–Si Fausto Rosario tomó el acento como nombre de su periódico –dijo–, entonces yo hice lo propio con el punto.
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