• Tu  Asociación, Francisca llora tu partida a destiempo en tiempo de ese covid que no pudo contigo, como tampoco pudo contigo  el Padre Billini, porque te negaste a ofrendarle tu cuerpo, tus ganas de vivir y tu alma a las diminutas cuatro paredes de la emergencia donde te mantuvieron por tres largos y agonizantes días.

Tú y tus compañeros de batalla sabíamos que merecías un mejor lugar para morir;  un poco más digno, un poco más humano, para dejarle a este mundo tu cuerpo, ese cuerpo marcado por las huellas malvadas de los catéteres, que te salvan, pero te  matan, lentamente como cuchillito de palo.

Como alegre  mariposa multicolor alzaste tu vuelo hacia otro lugar, un lugar donde  no necesitarás ya un catéter para vivir y morir; ya no te hace falta mendigar por una fistula, esa fístula que tantas veces te negaron.

Para el sistema de salud eres un número más, para nuestra asociación y todos tus compañeros eres y serás siempre esa mujer de alma y corazón alegre y solidario que arrancaba una sonrisa al mas deprimido de los mortales.

No te mató un acv, el covid ni cualquier término se escriba en tu página final hospitalaria…no Francisca, tú, yo y todos tus compañeros de diálisis sabemos que te mató el sistema de salud, ese sistema que sabe las cosas pero se hace el pendejo ante el clamor, el dolor lacerante, la angustia y las lágrimas que solo los corazones fuertes pueden soportar.

Tú sabías que tu muerte era segura, como segura es para todos, pero no una muerte tan mezquina, miserable y dolorosa, que con un poco de amor y unos cuantos pesos se podía evitar.

Dos años mendigando, llamando, escribiendo y jodiendo para lograr que te hicieran una fístula que alargara tus días, pero no pudimos, como tampoco hemos podido lograr impedir que otros cientos de pacientes renales corran tu misma suerte.

• No te cansaste de vivir, no, porque no eras mujer de tirar la toalla. Un día lo dijiste y lo repetías en cada momento de tus días, pero el señor Sistema de Salud te doblegó, no te ofreció la calidad de vida que merecías y te amarró a una camilla y se dio el gusto de verte morir sin una fístula a la que tenías derecho.

Te fuiste, querida amiga….ya no podremos contar contigo para entregar a tus compañeros Mundo Renal, no nos llamarás para reportarnos pacientes que necesitaban medicamentos, pasajes y otras cosas para tus compañeros…

Lo que sí te prometetemos es que seguiremos insistiendo, jodiendo a quien sea,  tocando puertas, alzando nuestras voces, para lograr lo que tantas veces a ti te negaron…y a lo que todos tenemos derecho.

Hasta siempre, querida amiga….

Asociacion de Pacientes Renales Sendero de Vida, Inc.