La poeta estadounidense Louise Glück, Premio Nobel de Literatura 2020: Dos poemas en español
- La poeta estadounidense Louise Glück es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2020, por «su inconfundible voz poética que a través de una belleza austera hace universal la vida individual», anunció hoy la Academia Sueca, con sede en Estocolmo.
Glück, nacida en 1943 en Nueva York, vive en Cambridge, Massachusetts y es profesora de inglés en la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut).
Las obras de Glück, que ha publicado doce colecciones de poesía y algunos volúmenes de ensayos sobre poesía, se caracterizan por un esfuerzo por la claridad, según destacó la Academia Sueca.
«En sus poemas, el yo escucha lo que queda de sus sueños e ilusiones, y nadie puede ser más duro que ella para afrontar las ilusiones del yo», agregó la institución sobre Glück.
Sus temas son la infancia y la vida familiar, la estrecha relación con padres y hermanos a través de los cuales busca lo universal, para lo que se inspira en los mitos y motivos clásicos, presentes en la mayoría de sus obras.
Su primera obre fue «Firstborn» (1968) y pronto fue aclamada como una de las poetas más destacadas de la literatura contemporánea estadounidense. Ha recibido varios premios de prestigio, entre ellos el Pulitzer (1993) y el Nacional del Libro (2014).
Con libros como «El triunfo de Aquiles» (1985) o «Ararat» (1990) Glück ha encontrado una amplia audiencia dentro y fuera de Estados Unidos.
«Averno» (2006) es, en opinión de la Academia Sueca, «una colección magistral, una interpretación visionaria del mito del descenso de Perséfone al infierno en el cautiverio de Hades, el dios de la muerte».
«Otro logro espectacular es la última colección de Louise Glück, ‘Faithful and Virtuous Night’ (2014)», añade la institución sobre la obra de la galardonada.
Dos poemas de Louise Glück
La terquedad de Penélope
Un pájaro llega a la ventana. Es un error
considerarlos solamente
pájaros, muy a menudo son
mensajeros. Por eso, una vez
se precipitan sobre el alfeizar, se quedan
perfectamente quietos, para burlarse
de la paciencia, alzando la cabeza para cantar
pobrecita, pobrecita, un aviso
de cuatro notas, para volar luego
del alfeizar al olivar como una nube oscura.
¿Pero quién enviaría a una criatura tan liviana
a juzgar mi vida? Tengo ideas profundas
y mi memoria es larga; ¿por qué iba a envidiar esa libertad
cuando tengo humanidad? Aquellos
que tienen el corazón más diminuto son dueños
de la mayor libertad.
La mariposa
Mira, una mariposa. ¿Pediste un deseo?
Uno no pide deseos a las mariposas.
Tú hazlo. ¿Pediste uno?
Sí.
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