Por Dra. Ysidra Livent,  Terapeuta Sexual y Marital

La mujer tiene deseo sexual, se excita, lubrica adecuadamente, disfruta de los juegos sexuales, puede tener orgasmos, pero no puede realizar el acto sexual o penetración.

Pero ¿que le ocurre a esta mujer que desea ser penetrada y no puede? Lo que ocurre es, que los músculos del tercio inferior de la vagina se contraen de forma involuntaria, dolorosa, de manera recurrente y persistente a veces con tal intensidad que cierran la entrada vaginal. Esta disfunción sexual se llama Vaginismo.

Una mujer puede tener vaginismo y no saberlo se da cuenta cuando intenta tener una penetración vaginal en otro caso una mujer con vida sexual activa vive una experiencia traumática o de enfermedad y puede desarrollar un vaginismo.

A esta altura usted se estará preguntando y que puede causar esta situación de dificultad en la vida de una mujer.

Dentro de las posibles causas se encuentran la actitud negativa hacia estímulos sexuales, una, falta de información, la vivencia de una experiencia traumática, incesto, intento de violación, miedo inconsciente al dolor o temor a un posible embarazo, temor a enfermedades de transmisión sexual, etc.

La mujer que presenta esta situación debe ser evaluada por un ginecólogo/a para descartar posibles causas orgánicas como alguna enfermedad de transmisión sexual, inflamación pélvica, tumores pélvicos, insuficiencia hormonal, alguna cicatriz en la entrada vaginal como consecuencia de un parto traumático, aborto, violación etc.

¿Esta situación se resuelve, la mujer puede llegar a tener y disfrutar una penetración?

Esta situación se trata de manera exitosa, se aborda de una manera integral donde intervienen otros especialistas.Es vital que la pareja maneje información acerca del vaginismo y así puedan eliminar temores y mitos.

Es importante que la pareja este consciente de que esta situación es de dos y no solamente de la mujer aunque sea ella que tenga la situación, que es importante el apoyo, la comprensión y es de vital importancia el compromiso con el proceso terapéutico y ser disciplinados con las tareas terapéuticas.