POBREZA EXTREMA EN LA ROMANA | El Abejal; una comunidad donde solo crece la pobreza en la rivera del Río Salado
En medio de la civilización, pero aislados de ella y de todas las condiciones que ofrece, subsisten entre precariedades los residentes en la comunidad El Abejal en la rivera este del Río Salado en pleno centro del municipio La Romana.
Sin ningún tipo de servicio básico garantizado y con el río como el acceso más factible a través de embarcaciones en las más de 100 viviendas edificadas en su mayor parte construidas con zinc y madera y habitan personas en extrema pobreza hacinadas en un reducido espacio y ajenas al peligro que representa un asentamiento humano en la zona de influencia de la Ría Romana, como también es conocido.
Entre cañadas repletas de basura que desembocan en el río, estrechos callejones y escalones de cerca de medio kilómetro de largo se ubican las humildes viviendas en la empinada rivera que debe su nombre al parentesco que tiene con un panal de abejas y a que en el lugar había colmenas antes de ser invadida por personas hace más de 20 años, según estiman lugareños
Tendido eléctrico precario e improvisado por los propios residentes, tuberías de agua en iguales condiciones e instalaciones sanitarias que vierten sus desechos a las aguas del afluente que a su vez es el vertedero del lugar son parte del panorama que incluye la vista de las excursiones turísticas que van a las islas Catalina y Saona en el que se ve casuchas con parte de su estructura sobre el agua.
En la inhóspita zona surcada por pequeñas porciones de bosque se han establecido inmigrantes desde distintas procedentes desde distintas partes de la provincia La Altagracia, otras vecinas y haitianos, la mayor parte indocumentados.
Sus residentes justifican habitar la zona en que no tienen otro lugar para vivir anhelan que sea intervenida por las autoridades para mejorar su estilo de vida, como aseguran se les ha prometido, al manifestar que no tienen pretensiones de que los trasladen a otro espacio.
El Abejal tiene en tiene en la pesca su principal sustento, aunque muchos de sus habitantes también se dedican a capitanear embarcaciones en los que transportan excursionistas a los distintos lugares turísticos de la Romana, según explica el regidor de la alcaldía de La Romana, Ramón Ramírez, quien explica que a lo interno de la comunidad prácticamente no hay fuentes de ingresos.
La delincuencia es latente
Como en otras comunidades emergidas a orillas de ríos, los niveles de delincuencia en El Abejal son altos, y gran parte de las investigaciones por asaltos y robos en otras zonas de La Romana conducen a las autoridades a jóvenes del lugar.
La situación es atribuida por fuentes de la Policía local a que en el interior de la barriada no hay fuentes de ingresos, y la actividad comercial esta reducida a pequeños colmados, salones de belleza, cafeterías y otros negocios que operan en residencias.
No temen a inundaciones
A pesar del riesgo ante posibles inundaciones vivir cerca de un, los residentes en El Abejal manifiestan no sentir temor ente esa eventualidad, al referir que tienen décadas residiendo allí y han visto como aumenta el caudal del río.
No obstante, los que viven más cerca de La Riada dicen que en temporadas de lluvias se mantienen alerta por si en algún momento deben abandonar sus viviendas. (Fuente: Ramón Rodríguez/Diario Libre)
Comments are closed here.