Diariogente.com se lanzó, sin paracaídas, tímidamente el 20 de enero de 2014, como un divertimento, el “matatiempo” que, con el tiempo, se ha convertido en un instrumento de comunicación que ocupa una pequeña tajada del nicho informativo-noticioso de las redes sociales en República Dominicana y en otras partes el mundo: Estados Unidos, Lationamérica y Europa.

Cuando proclamamos que somos un puente de comunicación es porque estamos abierto a todas las manifestaciones sociales, culturales, económicas, políticas y científicas con un sentido de equilibrio inclusivo y gran respeto por nuestros lectores, sin cortapisas para sus opiniones, siempre procurando un marco de decencia y dignidad.

Cuando decimos que diariogente.com nació como un “matatiempo” personal es porque no imaginábamos que íbamos a calar e influir en importantes sectores de la familia, la sociedad dominicana y el mundo.

No contamos con recursos ni personal. Eso explica por qué a veces salimos con errores ortográficos, mecanográficos y empastelamientos. No tenemos quien nos vigile y corrija. Somos un esfuerzo solitariamente individual, con apenas un anuncio publicitario, que con frecuencia lo suspenden y aun así continuamos publicándolo, porque a fin de cuentas somos agradecidos.

En este tiempo, que abarca un período de seis años, hemos llegado a más 1,000,000 lectores, que han entrado a nuestras páginas. Contamos con más de 10 mil suscripciones en Facebrook. Y millones han leído nuestros resúmenes y titulares también en Facebrook, dejando su constancia en los Me gusta, Me siento bien, Me encanta y los emojis que adornan los comentarios de los lectores.

Reproducimos informaciones de manera plural, dando cabida a todos los grupos políticos, que se expresan en el país y fuera. Porque no tememos editorialmente preferencia. No le cargamos el dado a nadie.

A veces sentimos que lectores muy parcializados no ven con buenos ojos nuestra forma editar las noticias y comentarios de manera diferente, en tanto no tenemos disponibles corresponsales para que verifiquen los hechos y nos valemos de fuentes, que, por una u otra razón, a veces nos hacen “meter la pata”, pero no lo hacemos de manera premeditada. No es nuestro estilo de comportamiento ciudadano ni periodístico.

Demos, pues, las gracias a nuestros lectores/as en el país y el extranjero y a los articulistas que nos acompañan gratuitamente en esta aventura comunicativa. Y como siempre dejamos las puertas abiertas a todos los que quieran hacer pública sus ideas a través de nuestro puente de comunicación.

¡Enhorabuena!