Con escenas de mucho dolor fue expuesto ayer el cuerpo de Fátima Guzmán, asesinada  por su esposo, Humberto Bussi, en el distrito municipal La Guáyiga, de  Pedro Brand, para que sus familiares y amigos pudieran despedirse de ella antes de que fuera trasladada hacia Santiago, de donde era oriunda.

Al lugar asistieron la senadora por el Partido de Liberación Dominicana, Cristina Lizardo, y el exministro de Interior y Policía, Carlos Amarante Baret.

Los motivos del crimen aun son una incógnita para  familiares y vecinos, quienes entendían que eran “la pareja perfecta”. Sin embargo, entre la comunidad circulaban rumores de una presunta separación desde hace 2 meses.  “Fátima era una mujer reconocida y muy querida en La Guáyiga. También fue aspirante a síndica y siempre se mantenía cerca de su esposo, con quien siempre andaba agarrada de la mano”, comentó Auri, tras indicar que hizo campaña junto a ella.  Poco tiempo después del pasado 6 de octubre, la mujer viajó sola al exterior, presuntamente a visitar familiares, dejando a su esposo al cuidado de sus dos hijos.  “Ella se fue de vacaciones y volvió el martes 5. Y mira ahora, en 3 días la mató el esposo de un tiro”, expresó indignado Auri.

Secuelas
Tanto el hijo como la hija parecían frustrados y solo culpaban a su padre, quien murió en el Hospital Darío Contreras, tras hacerse un disparo en la boca, por todo lo acontecido.

Actuar a tiempo.
La senadora Cristina Lizardo dijo que hay que trabajar a tiempo para que ninguna mujer calle ante una amenaza de violencia.