En medio de llantos, dolor e impotencia, familiares y amigos dieron último adiós a Sandy Guerrero, el joven ultimado por la policía en un confuso incidente la noche del pasado martes.

Sandy fue sepultado en el Cementerio Nuevo de este municipio a las 5 de la tarde, luego de que su madre regresara de Chile, país donde reside.

Este sepelio se realizó mediante una escena desgarradora. Tanto vecinos como amigos clamaban justicia, y vociferaban “asesinos” a miembros de la policía que escoltaban el féretro hasta su última morada.

También se encendieron velas y se escenificaron algunas protestas por el hecho.

Miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de esta ciudad y de Santo Domingo también asistieron al sepelio del joven que era descrito por sus compañeros como “trabajador”.

La sociedad higüeyana no ha salido del asombro por las circunstancias en la que fue ultimado Sandy Guerrero. Durante la tragedia también resultó herido de balas su compañero de labores Álvaro Joaquín Hadas Dolis.