Por Juan Hernández Inirio

Como diputado, mi trabajo estará sustentado en tres ejes. Primero: representar los intereses de La Romana. Segundo: tener una intensa agenda legislativa que favorezca la transformación institucional del país y enfocada en problemáticas esenciales de la vida nacional. Tercero: el trabajo conjunto con otras instituciones públicas y privadas, empezando por el Poder ejecutivo y abarcando iglesias, clubes deportivos y culturales, fundaciones y juntas de vecinos.

Como gestor de obras para beneficio de La Romana, permítanme presentarles algunas infraestructuras prioritarias por las que lucharé:

1: Construir en La Romana la sede regional del Instituto Técnico Superior Comunitario, donde en dos años de estudios jóvenes romanenses tengan un título universitario y estén preparados para el mercado laboral, especialmente en áreas como el turismo, la tecnología, la salud y las artes.

2: Recuperación y remodelación de las instalaciones del complejo deportivo de La Romana. El auge de la delincuencia juvenil en nuestra provincia se debe en gran parte a la ausencia y precariedad de espacios que fomenten el deporte.

3: Creación de un museo de la historia de La Romana, y acondicionamiento del casco histórico de la ciudad, que sirvan de atracción internacional y para que los turistas que nos visitan tengan más presencia en la ciudad y se haga un mayor aporte a la economía local. En ese mismo sentido, hacer cumplir prohibición de derribar edificaciones históricas e involucrar sectores público y privado en inversión en esta nueva oferta turística.

En materia legislativa, proponemos:

1: Avanzar en la reforma gradual de la Policía Nacional, institución que data de la Era de Trujillo y por cuya falta de preparación, remuneración y saneamiento, se ha tenido escaso éxito en el combate a la delincuencia. El país necesita un organismo moderno y ejemplar para garantizar la seguridad ciudadana, y que recobre la confianza de la ciudadanía.

2: Profundizar cambios en la Ley de Seguridad Social 87-01, para que el trabajador dominicano cuente con una pensión digna que garantice su futuro.

3: Revisión de la Ley de Cultura, 41-00, para que se asigne un mayor presupuesto a las instituciones públicas y privadas que fomentan la cultura y las artes, y que a través de incentivos fiscales se impulse al sector empresarial a auspiciar este tipo de actividad.

4: Impulsar la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, tanto para los jóvenes sin experiencia como para personas de 40 años en adelante.

5: Facilidades para el emprendimiento, mediante la flexibilidad en el pago de impuestos en una primera etapa.