El pastor Ezequiel Molina afirma hombres sinvergüenzas son culpables de los problemas actuales del mundo

El mundo está fracasando en la actualidad porque la mayoría de los hombres que tienen en sus manos la responsabilidad de guiarlo son unos sinvergüenzas, afirmó la tarde de este martes el pastor evangélico Ezequiel Molina Rosario al pronunciar su acostumbrado sermón del 1 de enero en la concentración La Batalla de la Fe.

El religioso hizo una extrapolación de la historia del rey David cuando dio las orientaciones a su hijo Salomón de cómo debería tratar a ciertas tribus y dijo que David puso límites a la impunidad, lo que consideró abunda en la actualidad.

Dijo que David aconsejó a su hijo porque sabía que el tiempo de morir estaba cerca, pero que hay en la actualidad militares, políticos, industriales que creen que no van a morir nunca.

Molina, además, volvió a expresar el rechazo de la iglesia al aborto, por considerar que sería legalizar los asesinatos en los cuerpos de las mujeres.

“Hoy nos jactamos de nuestra tecnología robótica y la inteligencia artificial que parece que serán los substitutos de esta generación que se quiere caracterizar por su corazón de acero, alma sin sentimientos; donde destruyen los valore y anula la identidad, la era de los trans y los progres. Se enarbola como bueno los crímenes inconfesos como el aborto y la eutanasia, se desprecia al ser humano cuando está viejo y aborrece al que aún no ha nacido”, dijo Molina.

El presidente del Ministerio Batalla de la Fe, reiteró que “no todo el que nace varón es un hombre, hay muchos que son veletas. El vago no es hombre; hombre es el que trabaja. Creo que es lo que más falta hace en las iglesias y la sociedad”.

Criticó a los hombres que son serios, pero que han sido cobardes, porque “por temor a un empujón han dejado la cancha a los perversos para que jueguen a sus anchas”.

Molina Rosario también se refirió a la herencia de algunos en el país y consideró que cada vez surgen más escándalos de corrupción.

“Se desvelan mafias organizadas para el latrocinio; enquistadas en las diferentes estructuras de poder o con vocación de poder, porque hay mafias en los partidos de oposición y hay mafias en el gobierno, estructuras que han sido asaltadas o infiltradas por bandas de malhechores movidos por una ambición ilimitada y que muchas veces actúan al margen de quienes dirigen, dejando claro que no se tuvo el suficiente cuidado de la ética y la trayectoria de esos servidores públicos a la hora de escogerlos”, agregó.

Consideró que la gente de buenos principios y valores deben cambiar eso y deberían correr el riesgo de aportar desde el escenario y no solo observar y opinar desde el balcón.

Finalmente recomendó no hacer caso a los “mediocres que para lo único que les alcanza el cerebro es para descalificar, criticar, destruir prestigio y honra”.

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