Sepultan en la Basílica restos y destacan cualidades de la vida de monseñor Pablo Cedano

HIGÜEY, República Dominicana.- Con la presencia de obispos, sacerdotes, familiares y feligreses, fueron sepultados en la cripta de los Obispos en la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia (Higüey), los restos de Monseñor Pablo Cedano Cedano, Obispo Auxiliar Emérito de la Arquidiócesis de Santo Domingo, fallecido ayer lunes 18 de noviembre, a los 82 años.

En la Eucaristía, presidida por Mons. Diómedes Espinal de León, Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y Obispo de Mao-Montecristi, se leyeron las condolencias enviadas por el Papa Francisco, quien “ofrece sufragios por el eterno descanso del difunto prelado y otorga con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en el Señor resucitado”.

Durante la homilía de la misa exequial, Mons. Ramón Benito De la Rosa y Carpio, Arzobispo Emérito de Santiago de los Caballeros, además de valorar todo el trabajo pastoral de Mons. Cedano, recordó los inicios de su amistad y su acogida al llamado vocacional.

Sus familiares y allegados resaltaron las virtudes que distinguieron a Mons. Cedano durante su ministerio sacerdotal y episcopal, calificándolo como un buen pastor sencillo, humilde, entregado al servicio.

Monseñor Pablo Cedano nació el 25 de enero de 1936 en la Sección Santana del Municipio de Higüey. El 2 de julio de 1967 fue ordenado presbítero en la Diócesis Nuestra Señora de La Altagracia, Higüey, donde se desempeñó como Vicario de Pastoral y Vicario General. Fue ordenado Obispo el 6 de julio de 1996, en la Catedral Metropolitana Santa María de la Encarnación, y nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

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