Vicios de construcción en “nuevos” hospitales muestran verdaderos coladores de agua
Pacientes y personal del Hospital Docente Francisco Moscoso Puello comentaban ayer en la mañana las filtraciones que se produjeron en el techo y en diferentes áreas del recién remozado centro de salud, producto de los intensos aguaceros de la madrugada del martes. El SNS informó que evalúa la situación, que también se presentó en otros tres hospitales.
Bastaron horas de intensas lluvias en la madrugada de ayer para poner al descubierto los vicios de construcción en varios hospitales recién inaugurados por el Gobierno, como el Francisco Moscoso Puello y la Maternidad de Los Mina, ambos reconstruidos con una inversión de casi RD$1,000 millones.
Aunque al reinaugurar el Moscoso Puello el pasado mes de abril, el presidente Danilo Medina aseguró a las personas de clase media que no había clínica privada que superara en calidad de infraestructura a ese centro hospitalario, pacientes como Carolina Azcona veían ayer con asombro cómo del techo del área de consulta externa brotaban chorros de agua que empleados intentaban contener en zafacones, cubos y otros recipientes.
“Esto lo que da es rabia, ver cómo hicieron esa gran inversión y se cogieron el dinero para hacer un disparate”, dijo la mujer residente en el Ensanche Isabelita, mientras las autoridades del centro disponían la suspensión de las consultas vespertinas ante las inundaciones que también afectaron las áreas de reumatología, enfermería, preemergencia, Rayos X, laboratorio y el área de residencia médica ubicada en la cuarta planta.
Una doctora narró que el área de triaje de la preemergencia tuvo que ser trasladada a la unidad de nebulización y suspender los servicios de Rayos X ya que las filtraciones ocasionaron daños de equipos. Lo mismo ocurrió en el área de laboratorio donde varias computadoras resultaron afectadas.
Prácticamente todos los plafones fueron derribados y los televisores plasma permanecían apagados y cubiertos con fundas negras.
Según se supo, una comisión de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), entidad que tuvo a su cargo la obra, estaba a media mañana evaluando los daños, mientras el director del hospital se encontraba reunido en el Servicio Regional de Salud Metropolitano. “Yo estuve aquí hace unos meses con mi mamá interna y aguantamos muchísimo polvo confiando en que iban a hacer una cosa bien hecha. Creo que a esos ingenieros hay que pedirles explicaciones. En el tiempo de Trujillo lo habrían llevado al paredón”, sentenció Claudio Ramos.
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