“Dios mío que hagan algo con esta delincuencia, mira como estos delincuentes le arrancaron la vida a mi hermano”, exclamó, Nuris, en un grito de impotencia que le ahogaba las palabras.

El coronel Montero era un ser humano extraordinario, según lo describe su hermana quien afirmó que este fue un policía excelente, con una hoja de servicio sin manchas, entregado a su institución en los casi 30 años que le sirvió al cuerpo del orden.

Este oficial de la Policía, quien murió la madrugada de este domingo,fue uno de los cinco oficiales y un alistado de esta institución que resultaron heridos de gravedad la tarde del sábado, al enfrentarse con los delincuentes que robaron en la sucursal del Banco Popular del Ensanche Isabelita.

«Era un hermano adorable, buen hijo y buen padre. Yo lo adoraba. En diciembre estuvo con nosotros compartiendo los días de Navidad y bailamos y nos divertimos tanto. Dios mío ahora no puedo creer que lo hayan matado así”.

El coronel Moisés Montero, residía en la ciudad capital, tenía 45 años de edad, había procreado dos niños con su expareja; Josué Montero, de 15 años y Lisbetthe, de 7. Tenía 10 hermanos, uno de padre y madre y los demás de padre.

Su madre Cervita Amador, quien vive en los Estados Unidos regresará al país, para estar presente en las honras fúnebres de su hijo, que se llevarán a cabo en Hondo Valle, Elías Piña, de donde es oriunda su familia, aunque él nació en Fundación de Peravia, Baní.