Dada alto índice de feminicidio, parecería que las uniones se dan bajo la promesa de estar unidos hasta que un tiro o una puñalada los separe y en este accionar Henry Antonio Castillo mató a su expareja en Baní mientras se encontraba laborando en un negocio de expendio de empanadas en el centro de la ciudad. Tan pronto cometió el hecho, el asesino huyó.

La víctima es Santa Yahaira Lara Báez, de 31 años, quien recibió un disparo en el cuello de su excompañero sentimental, Henry Antonio Castillo. Deja tres hijos en la orfandad que había procreado con su expareja.

Lara Báez residía en el sector Villa Carmen, en la zona sur de Baní.

Al lugar donde se cometió el crimen se presentó el médico forense Walter López, quien levantó el cadáver e indicó que el cuerpo sin vida de Lara Báez fue enviado al Instituto de Patología Forense de Azua para la realización de la autopsia que manda la ley. La tragedia fue cometida en el negocio de comidas D’ Leonel Empanadas, ubicado en la calle Sánchez a esquina Joaquín Incháustegui.

Vecinos del sector informaron que vieron a Castillo correr con el arma en la mano próximo al lugar donde cometió el crimen.

El último feminicidio cometido en la región sur correspondió al asesinato de la profesora Yocasta Cuevas, muerta a balazos por su esposo Ezequiel Trinidad, quien tras cometer el hecho, se suicidó con la misma arma.

Según los detalles de este crimen cometido en La Descubierta, provincia Independencia, Trinidad y Cuevas tenían conflictos y sobre el hombre pesaba una orden de alejamiento por violencia de género.

Una semana antes, cinco mujeres habían sido asesinadas en hechos separados en otras ciudades del país por sus parejas o exparejas.