Un soplo de vergüenza en el PLD

 

Una remota  señal de pudor ha asomado en el entorno del Partido de la Liberación Dominicana. El secretario general, Reinaldo Pared Pérez, quizá aguijoneado por las repetidas inconductas de los dirigentes de ese partido, dispuso la suspensión de dos directivos a quienes se les endilga  enriquecimiento ilícito.

La inusual acción involucra al secretario de Organización del PLD, Félix Bautista Rosario, y al de Finanzas, Víctor Díaz Rúa, personas a las que el rumor público atribuye fortunas cuyo monto resulta difícil de acumular en una sola vida. La acción significa un  reproche. ¿Será que Pared Pérez ha sentido un rapto de vergüenza?

Díaz Rúa, con apariencia de aristócrata, llegó al PLD de  manos del expresidente Leonel Fernández, en cuyos  gobiernos  desempeñó importantes funciones. Tenía resueltas algunas necesidades al ingresar  al Estado, pero dio mucho de qué hablar cuando –según dicen- ofreció una recepción para festejar el logro de  la respetable suma de 500 millones de dólares.

Bautista, senador y exdirector de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, ha sido tratado como hijo por el doctor Fernández, ostenta bienes e inversiones que nadie podría conseguir en cien años de trabajo. Cuando fue acusado ante los tribunales, la justicia peledeísta  no encontró  pruebas para condenarlo. Hoy día no hay querella  contra él en los tribunales.

La suspensión que pesa sobre Díaz Rúa y Bautista es provisional, pues procede  del secretario general, una sola persona. Se desconoce  si para la toma de tal decisión, Pared haya  consultado a su  jefe político, el presidente Danilo Medina. A la vez se descarta que solicitara el beneplácito  de Leonel Fernández, presidente de la organización.

La medida de Pared Pérez tendrá que ser refrendada por el poderoso comité político del PLD, donde a pesar de la discreción con que se maneja, se sabe afloran, a veces con ímpetus tormentosos, los desamores entre  Fernández, expresidente y aspirante al cargo,  y Medina, actual mandatario. Ellos son  los principales accionistas de la corporación.

Al día siguiente  de la “sentencia” emitida por el secretario general, legisladores y otros miembros del PLD vinculados a Fernández le  reclamaron similares acciones para con otros peledeístas que nadan o han nadado en el lodazal de la corrupción y no han sabido preservar la ropa, uno de ellos, incluso, señalado como responsable de robo y  asesinato.

Quisiera yo, como muchos, que la acción de Pared Pérez la haya provocado un flechazo de vergüenza, que fuera preludio de que la alta dirección del PLD ha comenzado a sentir asco. Pero  ese entusiasmo se torna confuso cuando se escucha  a voces peledeístas que, en solidaridad con los suspendidos,  reclaman: O to’ toros o to’ vacas.

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