Las los equipos de asfaltado llegaron a San Rafael del Yuma hace apenas dos semanas y el pueblo elevó un clamor de alegría que se oyó más allá de Montecristi.

Pero como la fiesta en casa de pobre dura poco, después de la algarabía y los dimes y diretes entre los seguidores de unas y otras autoridades municipales y provinciales, la sorpresa no se hizo esperar y sin llegar a la mitad de la promesa de los 25 kilómetros de asfaltado, anuncian que se llevan los equipos.

Todavía no había terminado la guerra de los méritos entre los seguidores del alcalde Pancho Llamo, por un lado, y los del diputado Juan Julio Campo, por el otro lado, cuando con apenas algunas calles asfaltadas, se anuncia sin ninguna explicación razonable que la compañía levanta el campamento y retorna por donde llegó.

Ahora, las calles que antes eran transitables están rotas y en muchos barrios quedarán solo con montañas de caliches obstaculizando el tránsito y llenando de polvo y lodo casas y patios.

Entre las calles que le han levantado la capa asfáltica, para mejorar las tuberías del agua, se encuentra la calle El Carmen, que pasa frente al parque municipal.

César Espinal ha dicho:

“Pueblo de Yuma, éste es el momento de unirnos todos, no dejemos que se lleven los equipos de asfaltar. La batalla inicia, ellos volverán en la madrugada. El pueblo tiene sus calles destruidas”.

Irving Rodríguez comentó: «Y dicen que uno es negativo, que uno habla si hacen y no hacen etc, lo que pasa que ya a mi edad ya no creo en demagogia barata».

El pueblo, las autoridades y la sociedad civil están reunidos en el Multiuso Deportivo analizando el engaño y proponiendo posibles mecanismos de lucha para no dejar que se lleven los equipos y dejen a Yuma peor de como estaba.

Aquí hay que levantar la consigna que

¡Yuma unido jamás será vencido!