Daniel Ortega, en Nicaragua y Nicolás Maduro, en Venezuela: ¡Burladores de la democracia!

 

POR RAFAEL PERALTA ROMERO:

De cada uno podría componerse una historia tan singular como las actuaciones  de  estos sujetos, que se mueven en el escenario político exhibiendo auténtica vocación de comediantes, aunque  el público que presencia el montaje  perciba  los rigores de una tragedia, más que  la hilaridad  que suele provocar una comedia.

No son ellos los únicos, pero Nicolás Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, en Nicaragua, han  desempeñado roles de principalía, en las tragicomedias que han escenificado en sus respectivos teatros. El argumento en cada caso consiste en una  burla a la democracia, usando los recursos  que ésta proporciona.

Se valen de los beneficios que ofrece la democracia, pero no creen en esta magnífica  forma de gobierno, caracterizada  por la tolerancia y la libre competencia en igualdad de condiciones, cuando de un proceso electoral se trata. Llegan al poder con un rostro, pero una vez en la cima cambian y muestran su verdadera faceta.

Aunque han accedido por la vía que le ofreciera la democracia, aplican procedimientos antidemocráticos, con el fin de permanecer en el poder. Manipulan medios  de comunicación, cierran los que no pueden  controlar y –como el caso dominicano- pagan espléndidamente a sus pericos  mediáticos.

Ortega lleva 23 años en ejercicio gubernamental, tras el triunfo de una revolución que costó mucha sangre y lágrimas al pueblo nicaragüense. Para el que ha  de ser su último período, en pro de seguir ahí,  incorpora, con pleno descaro,  a su esposa y la hace elegir vicepresidenta de Nicaragua. Es cruel esta burla a la democracia.

De su lado, Maduro  impide la participación de la oposición en unos comicios forzados por él mismo, crea su propio órgano electoral, limita el l ejercicio de los medios de comunicación  y logra  que el 54 por ciento de los venezolanos  se abstenga de votar. Una tal Tibisay, la mejor actriz femenina de la comedia, lo proclama ganador.

Dos días después de las mentadas elecciones madurianas, vi una foto en un diario dominicano  en la que aparece  un hombre  leyendo un  periódico en Caracas cuyo título principal era: “Gana la patria”. Perfecto ejemplo de periodismo irresponsable. Pero  fue el papel que correspondió a ese actor de reparto para apoyar al burlador de Caracas.

Las naciones americanas han rechazado la actitud de Maduro y no reconocen su presunto triunfo electoral. La indignación  por la burla a la democracia  ha partido de  Estados Unidos, Canadá, Brasil, México y el Grupo de Lima. ¿República Dominicana? Juu.  Maduro sigue campante en su actuación  y finge tomar en serio su elección. Se burla de todos.

rafaelperaltar@gmail.com

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