Decepción amorosa: Las relaciones sexuales me duelen, no lubrico y los teléfonos inteligentes
CONSULTORIO AMOROSO: Pregunta. Tengo 6 años de casada y entiendo que mi matrimonio no comenzó con buen pie. A pesar de que nuestros sentimientos son buenos, en ocasiones siento que necesitamos más. Hace meses le descubrí conversaciones telefónicas bastante fuertes con una compañera de trabajo y me sentí muy decepcionada.
Él jura que no ha pasado nada más, que solo me quiere a mí y que esas charlas eran un juego. El problema no queda ahí, cuando tenemos relaciones sexuales me duele porque ya casi no lubrico, por lo que en momentos debemos parar, lo que hace que él se moleste y entonces siento que lo voy a perder.
Respuesta. Definitivamente los teléfonos inteligentes se han convertido en un arma de doble filo que nos impide darnos cuenta de lo rápido que entablamos una relación con alguien, aparentemente como un juego, sin medir las consecuencias.
La razón por la que se ha hecho tan famosa esta práctica es que a través de lo que expresamos y por el medio que utilizamos, se puede imaginar y crear un mundo paralelo, donde la pasión es lo principal por el nivel de excitación que genera, pero lamentablemente debilita lo real, lo que realmente es importante en una relación.
Parte del compromiso es saber frenar cualquier sensación de agrado hacia otra persona que no sea tu pareja; que entiendas que puede ser una tentación capaz de perjudicar tu vida. Y sí, definitivamente ese dolor coital puede ser causado por lo vivido y que aún sigue sin ser sanado y como él no lo entiende, presiona y con esto las cosas se ponen peor.
La vida sexual es muy sensible al tema presión, así como lo es a mantener malestares con la creencia de que el tiempo será suficiente para su sanación. Es hora de hablar “a calzón quitao”, sin tapujos. Si no sabes cómo pedirle a él ciertos límites para lograr restablecer la confianza en la relación, es recomendable considerar la psicoterapia de pareja.
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