FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO 2018: El libro arriba, ¡arriba el libro!

RAFAEL PERALTA ROMERO.-

Un inteligente juego de palabras permite formar dos oraciones, en sentidos distintos,  con los mismos vocablos.  Es el lema de la 21ª  Feria Internacional del Libro, inaugurada el pasado jueves.  En cada caso hay tres palabras y el detalle diferenciador lo aporta “arriba”.

En la primera oración (El libro arriba) la última palabra es una forma del verbo arribar, que en el Diccionario académico tiene siete acepciones, de las cuales transcribo las dos primeras: “1.Dicho de una nave: Llegar a un puerto.2. intr. Llegar por tierra a cualquier parte.”

Aplicado al libro, con intención connotativa, se está diciendo que el libro llega, se acerca, se deja  tocar. Como siempre es buena noticia que el libro llegue, máxime en una sociedad tan carente de conocimientos como la nuestra,  hay que alegrarse de que esto ocurra, y entonces surge la exclamación: ¡Arriba el libro!

En esta expresión “arriba” es un adverbio, equivalente a encima de algo, en el lugar más alto. El Diccionario consigna nueve acepciones para este vocablo.  Conviene citar  las dos últimas: 8. adv. Seguido de un nombre, se usa en construcciones exclamativas, sin verbo, para ensalzar lo expresado. ¡Arriba la copla!  9. interj. U. para incitar a alguien a levantarse, a subir, a apurar una bebida, etc. ¡Arriba, que son las siete!

En  la acepción nueve la abreviatura “interj” significa interjección. En la Gramática esto se define como: “Clase de palabras invariables, con cuyos elementos se forman enunciados exclamativos, que manifiestan impresiones, verbalizan sentimientos o realizan actos de habla apelativos”.

De manera que en la construcción “¡Arriba el libro!” la primera palabra (arriba) tiene un valor interjectivo, para  indicar que ha  de proclamarse  en voz alta, con  similar euforia a la que suele acompañar el apoyo  a Licey o a las Águilas Cibaeñas.

Lo deseable es que el libro suscite el entusiasmo que  vienen mereciendo entre  nuestros jóvenes algunos objetos (tenis, celulares), manifestaciones (chateo, perreo)  y  actitudes (desprecio por los sanos valores).

La Feria Internacional del Libro es un esfuerzo estatal  orientado  a promover la lectura, así como  la compra y venta de libros. Ese propósito viene acompañado de  un amplio programa de actividades que de algún modo se concilian con el libro: conferencias, coloquios, teatro.

La de 2018

La versión de este año, que se extenderá hasta el lunes 30 de abril, tiene  como país invitado de honor a Guatemala, y rendirá homenaje póstumo a Lupo Hernández Rueda, importante poeta de la Generación del 48, fallecido en octubre del año pasado,  y a Juan Antonio Alix, el poeta popular nacido en 1833, hasta ahora el más destacado decimero dominicano.

Ruth Herrera, directora, informó que la FILSD 2018 contará con la participación de más de 30 escritores de ocho países. Por igual,  estarán presentes 283 librerías y editoras, nacionales e internacionales,  y se desarrollarán aproximadamente 300 actividades gratuitas para el disfrute de los visitantes.

Un total de 67 librerías-editoras internacionales también participarán en la Feria. Once fundaciones proyectarán sus actividades y ofrecerán  sus publicaciones. Además, 13 asociaciones culturales o artísticas tendrán participación, así como dos  organismos internacionales de la ONU  y cinco universidades instalarán sus pabellones en el recinto ferial.

Hay algunas variaciones en el concepto que ha regido la FIL, lo cual incluye el costo. Se dijo que el ministro Pedro Vergés encontró en 140 millones lo invertido en anteriores versiones de la feria y se ha propuesto reducir costos hasta  llegar a unos 82 millones  que se han presupuestado para la que se realiza en estos días.

Todo sea por mejorar los niveles de conocimientos de los dominicanos, para lo cual el libro debe llegar a todos y que éste sea recibido con exultación: ¡Arriba el libro!

Rafaelperaltar@gmail.com

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