Se cumplieron 13 años de la tragedia de 2005 en la cárcel de Higüey, hubo 134 muertos, 2 del albergue de niños de Yuma

Al menos 134 presos murieron y 30 resultaron heridos en un incendio declarado en la madrugada del lunes 7 de marzo de 2005  en la cárcel de Higuey. El fuego fue provocado por los propios internos, durante un enfrentamiento entre bandas rivales por el control del penal. Higüey albergaba a 426 reclusos, más del doble de la capacidad del centro.

Los heridos más graves fueron trasladados de madrugada a la capital dominicana, mientras el resto permaneció ingresado en un centro médico de Higüey.

El suceso comenzó alrededor de la medianoche del domingo, cuando uno de los reclusos del pabellón Vietnam disparó repetidas veces contra otros reclusos de una banda rival. «La policía actuó y llevó al hospital a varios presos que resultaron heridos de arma de fuego y armas blancas», declaró el general Manuel de Jesús Pérez, jefe de la Policía Nacional. «Según las informaciones que tenemos, luego se generalizó la lucha y bloquearon los candados. Los agentes tiraron gases lacrimógenos para ver si aplacaban los ánimos, pero no lo lograron».

Sobre el inicio del incendio las versiones eran confusas, aunque las autoridades carcelarias dijeron que los presos habían prendido fuego a los colchones del pabellón, utilizando como combustible insecticidas y pegamentos. La policía añadió que los autores «taponaron el candado para que no se pudiera abrir», por lo que los agentes debieron romper los barrotes de la ventana, por donde rescataron con vida a una veintena de reclusos.

Una de las preguntas que se hacía todo el mundo era cómo era posible que los presos tuvieran pistolas y armas blancas en su poder.

El Gobierno cre una comisión presidida por el Procurador General de la República y para llevar a cabo «una investigación amplia y profunda, con todos los detalles de lo sucedido». Todo el personal que trabajaba en la cárcel de Higuey estuvo bajo investigación, pero finalmente no hubo encausados por tal tragedia.

Los presos del albergue San Francisco Javier, de San Rafael del Yuma

Entre los muertos en el motín figuraron el dominicano Joel Pérez y el haitiano Eliseo Colen, dos de los implicados en la supuesta violación de decenas de niños en el albergue San Francisco Javier, de San Rafael del Yuma.

Dolor desbordado

Conocida la noticia, familiares de los presos comenzaron a llegar a Higuey. El dolor desbordaba a centenares de personas que se concentraban en las puertas del hospital local, en espera de noticias. Quince especialistas del Instituto de Patología Forense y de la Policía Científica estuvieron a cargo de las autopsias, si bien las autoridades advertieron de las dificultades existentes para identificar muchos de los cuerpos, por el estado en que  quedaron. Algunas imágenes  pasadas por un canal local mostraban cadáveres completamente calcinados en el interior de la celda.

Los jardines del obispado de Higuey, cercanos al hospital, se han convertido en centro de acogida para las familias de los reclusos. Allí, en unas carpas, el personal de la diócesis ofrece orientación y ayuda psicológica. «Esto está lleno de gente, hay una muchedumbre. Al divulgarse la noticia, todas las personas con reclusos en la cárcel están desesperadas buscando información», manifestó el obispo de Higuey, Nicanor Peña.

 

 

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